Archivos de la categoría ‘Música’

Bob Dylan

Publicado: 1 de noviembre de 2013 en Música
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«Ansío verte a la luz de la mañana,

ansío tenerte cerca por la noche,

quédate, dama, quédate,

quédate mientras nos quede algo de noche»

***

Bob Dylan es el nombre artístico de Robert Allen Zimmerman. Nació en Duluth, Minnesota (EEUU) en 1941 y todavía hoy sigue cantando y escribiendo canciones. Este compositor de folk y rock es una de las grandes figuras de la música contemporánea, un icono para muchas generaciones, un pedazo de la historia del rock, un símbolo para millones de personas, seguidores, fans y críticos musicales. El nombre de Dylan lo adoptó por la admiración que sentía por el poeta Dylan Thomas. Fue capaz de crear un estilo propio e inconfundible, convirtiéndose rápidamente en la voz de una juventud revolucionaria de su país en la década de los 60.  Consiguió, con algunas de sus canciones, revolucionar el panorama pop mundial, y abrió el camino para muchos otros cantautores que se vieron influidos por su obra y por su estilo.

Cuando a mediados de la década de los 60 comenzó a utilizar instrumentos electrónicos para sus temas recibió muchas críticas de todos aquellos que defendían el purismo del folk en todos sus ámbitos. Sus primeros textos estaban profundamente influidos por la situación del mundo en ese momento, tocó temas sociales controvertidos, además de introducirse en temas filosóficos que para él eran de suma importancia y vitales para su existencia. Pudo comprobarse su preocupación y su interés por los libros, por toda clase de libros. Gran aficionado a la historia, a la sociología, filosofía y también a la poesía. Supo adaptar todas sus ideas realizando sus canciones. Expandió y desarrolló su propio sello personal, pero nunca abandonando sus raíces musicales ni su esencia estilística. Todas sus canciones tenían algo de folk, de pop, de blues, de country, de rock and roll, con toques irlandeses, escoceses e ingleses, con esbozos de jazz y de swing.

«El vagabundo que está llamando a tu puerta

tiene puestas las ropas que tú llevaste una vez» 

***

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Y no ha dejado de ser premiado, valorado y reconocido por toda su obra durante todas estas décadas incansables de trabajo. Acapara Grammys, Globos de Oro, Oscars. En 1999 fue incluido en la lista de las cien personas más influyentes del siglo XX elaborada por la revista Time. Hoy en día sería difícil cuantificar su verdadera influencia musical. Fue pionero en varias escuelas diferentes dentro de la música pop. Rompió los estereotipos que decían que un cantante tenía que tener una gran voz y desarrolló cambios musicales mezclando el pop con el rock más folk y el country-rock.

Quizá sus inicios fueron los realmente importantes, los que crearon adicción, influencia y seguimientos masivos, y cuando su popularidad cuajó de forma aplastante. Quizá la calidad de su música fue dando escarceos y la calidad de sus temas fueron también un poco irregulares, pero es evidente que no ha dejado de estar en el candelero durante muchos años por méritos propios. De niño aprendió a tocar la guitarra y la armónica. Mientras estaba en la universidad comenzó a componer canciones populares en pequeños cafés y a finales de 1960 se dio cuenta de que quería ser cantautor. Se mudó a Nueva York en enero de 1961 y comenzó a tocar en cafés. Su primer disco apareció con el título homónimo en 1962 pero fue el siguiente ‘The freewheeling Bob Dylan’ (1963) el que consiguió provocar un gran impacto en EEUU. El tema ‘Blowin’ in the wind’ fue un gran éxito en el verano de 1963. Por esa época tuvo una relación sentimental con la cantante Joan Baez. La rapidez de sus composiciones fueron espectaculares.

«Venid gente , reuníos,

dondequiera que estéis y admitid que las aguas han crecido a vuestro alrededor

y aceptad que pronto estaréis calados hasta los huesos,

si creéis que estáis a tiempo de salvaros

será mejor que comencéis a nadar u os hundiréis

como piedras

porque los tiempos están cambiando…»

***

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En 1964 apareció ‘The time they are a-changing’. La influencia de la poesía ya era toda una realidad. Autores como Rimbaud y Keats estaban presentes en sus letras. ‘Another side of Bob Dylan’ también se lanzó ese mismo año. Sus desarrollos musicales no se detuvieron ni un instante. Para entonces ya había roto su relación con Baez y comenzó a salir con Sara Lowndes, con quien se casaría más tarde. Para cuando apareció ‘Bringing it all back home’ (1965) ya se descubrió que se estaba alejando del purismo folk. En 1965 su éxito ‘Like a rolling stone’ consiguió el número 2 de la lista de sencillos. A partir de ahí su fama se desató. Miles de artículos por todo el mundo y un montón de cantantes queriendo emularle. El álbum ‘HIghway 61 revisited’ (1965) fue una de sus cimas de su carrera.

En julio de 1966 resultó herido en un accidente de moto sufriendo serias lesiones en las vértebras del cuello y una gran conmoción cerebral. A partir de entonces se convirtió en un recluso en su casa de Woodstock. Encerrado allí comenzó de nuevo a escribir canciones. ‘Blonde on blonde’ (1966), ‘John Wesley Harding’ (1967), ‘Nashville skyline’ (1969), ‘Self portrait’ (1970), ‘New morning’ (1970) fueron sus siguientes trabajos. Y aunque iba desarrollando nuevos estilos dentro del suyo propio no dejó de componer. Sus obras no paraban de salir. ‘Dylan (1973)‘ , ‘Planet waves’ (1974), ‘Blood on the tracks’ (1975) hasta el aclamado ‘Desire’ (1976), el cual estuvo cinco semanas en todo lo alto de las listas. Dentro de ese disco aparecía el tema ‘Hurricane’, una canción protesta escrita específicamente en defensa del boxeador Rubin Carter, encarcelado injustamente por asesinato.

En los ochenta se decantó por un rock&roll más profundo, ganando nuevos adeptos aunque perdiendo a otros. Con el paso de los años las generaciones cambiaban y sus seguidores también. De hecho, su música fue un continuo cambio aunque siempre conservando sus raíces. Quizá con el paso del tiempo Dylan ha encarado su música de otra manera, de una forma más personal y diferente, compartiendo otras aficiones, disfrutando de todo un poco, colaborando con viejos amigos o dedicándose a otras cosas que no había hecho hasta entonces. Su repertorio no se ha detenido, tan sólo ha tenido transcursos e intervalos, paradas obligadas y necesarias, y todavía hoy sigue componiendo con más de setenta años en sus espaldas. La música forma parte de su vida y Dylan forma parte de nuestra vida, de una u otra forma.

«Tan feliz de estar vivo bajo el cielo azul,

en esta nueva mañana,

nueva mañana,

en esta nueva mañana contigo»

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Leonard Cohen

Publicado: 10 de agosto de 2013 en Música
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‘Aunque estoy convencido de que nada cambia,

 para mí es importante actuar como si no lo supiera’

***

Está considerado como uno de los más fascinantes y enigmáticos cantautores de finales de los 60. Pero tras más de cuatro décadas de trabajo su audiencia ha ido aumentando progresivamente,  y tan sólo se han visto pausadas por breves interrupciones en la búsqueda personas de su exploración creativa. Pocos, muy pocos, pueden presumir de una carrera parecida y de un seguimiento similar. Leonard Cohen nació en septiembre de 1934 en Montreal (Canadá), en el seno de una familia judía de clase media. Su madre era de origen lituano y su padre de origen polaco. Con sólo nueve años tuvo que vivir la muerte de su padre. Desde muy joven se interesó por la literatura, y especialmente por la poesía. Uno de sus ídolos era Federico García Lorca. Con poco más de veinte años ya había publicado su primer poemario ‘Let us compare mythologies’. Pero con sólo trece años ya tenía una guitarra en su poder.

En 1961 publicó su segundo libro de poesía ‘The spice box of earth’, que se convirtió por sorpresa en un gran éxito de ventas. Consiguió varias becas y pudo sentirse auto suficiente y capacitado para viajar por medio mundo. Su experimentación en el mundo de la literatura le llevó a la novela, y publicó un par de ellas en la década de los 60: ‘El juego favorito’ (1963) y ‘Beautiful losers’ (1966), mientras seguía escribiendo poesía: ‘Flores para Hitler‘ (1964) y ‘Los parásitos del cielo‘ (1966). Pero durante todos esos años no dejó de escribir música. Su primer álbum se tituló ‘The songs of Leonard Cohen’ (1967), y ya detectaba su toque íntimo y personal, empapado de imágenes un tanto pesimistas y un espíritu de búsqueda y de descubrimiento continuos.

‘Con el poder mantenemos una relación ambigua:

sabemos que si no existiera autoridad nos comeríamos unos a otros,

pero nos gusta pensar que,

si no existieran los gobiernos,

los hombres se abrazarían’

***

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A pesar de ser un poco melancólico y lleno de tristeza fue un éxito inmediato. Consiguió llegar a un público masivo.  Pero no dejó de escribir y de seguir publicando. Su segundo álbum ‘Songs from a room’ (1969) profundizó todavía más en el terreno melancólico, con héroes solitarios y lleno de sensibilidades un tanto deprimentes, pero con mensajes disimulados como por ejemplo contra la tiranía. Igualmente fue recibido muy bien por crítica y público. Se descubrió como un cantante único, con un poder de escritura bestial y con influencia suficiente para una generación ardiente de creadores en un momento especialmente delicado. Creó un estilo particular y dejó simplemente que sus canciones y sus discos se fueran desarrollando a través del tiempo. Muchos de sus seguidores adoraban a otros como Bob Dylan, buscaban respuestas en frases impecables, en sonidos simples pero con profundidad.

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‘El amor no tiene cura,

pero es la única cura para todos los males’

***

Su tercer álbum fue su consagración: ‘Songs of love and hate‘ (1971). Un disco poderoso, con letras profundas y un sonido conmovedor y minimalista. Para un adolescente de su época escuchar a Cohen podía suponer una preocupación para sus padres o la creación de una generación más inteligente y sensible ante los hechos que acontecían en la sociedad global. Ese disco le dio el título de autor de culto, intelectual y comprometido. Más de tres años hasta publicar su siguiente disco supuso un buen puñado de rumores sobre su posible sequía productiva. Pero en 1974 apareció ‘New skin for the old ceremony’ y todo volvió a su lugar de origen. Un sonido más lujoso demostrando ser capaz de mantener su propio estilo con reminiscencias pop pero sin dejar de lado su aroma triste y deprimente. Y en 1977 publicó su álbum más polémico: ‘Death of a ladie’s man’, un disco del que él mismo nunca se sintió orgulloso. Para enmendar eso publicó en 1979 ‘Recent songs‘, volviendo un poco a sus orígenes, mostrando una forma más atractiva y dinámica, hablando de amor y de vida, de relaciones y de amistad. En 1984 apareció ‘Various positions’, un álbum considerado espiritual que contenía la célebre ‘Hallelujah’. Cuatro años después cambiaría un tanto el rumbo tanto en su escritura como en su composición con ‘I’m your man’ (1988). Por primera vez el fondo de sintetizadores aparece en sus canciones.  Sus letras son más comprometidas. Se retiró a vivir a su Montreal natal, con 73 años reapareció para una gira mundial (2008). Cuando nada hacía presagiar que volviera al mercado,  en 2012 publicó ‘Old ideas’, considerada sin duda como la obra más madura, más íntima y más personal del escritor, del poeta y del cantante. En definitiva, una carrera larga y llena de sensaciones, una carrera para degustar como se merece y no dejar de escucharla jamás. Varios temas fueron principales durante toda su carrera: el amor, la religión y las relaciones de pareja. Metáforas poéticas y líricas, mezclas de pop con folk, una voz grave, pausada, llena de profundidad, una absoluta depresión artística que ha desatado pasiones. Gran escritor, habilidoso con las letras, con el juego de las palabras. Una carrera extensa, repleta de discos enormes y que influyó en la vida de muchas personas que crecieron junto a su música.

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‘Cualquier sistema que montéis sin nosotros será derribado.

Ya os avisamos antes y nada de los que construisteis ha perdurado.

Oídlo mientras os inclináis sobre vuestros planos.

Oídlo mientras os arremangáis.

Oídlo una vez más.

Cualquier sistema que montéis sin nosotros será derribado.

Tenéis vuestras drogas, vuestras pirámides, vuestros pentágonos, con toda vuestra hierba y vuestras balas ya no podéis cazarnos.

Lo único que revelaremos de nosotros es este aviso…nada de lo que construisteis ha perdurado.’

Cualquier sistema que montéis sin nosotros será derribado».

El tango

Publicado: 1 de junio de 2013 en Música
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«No basta con tener la voz más melodiosa para entonar un tango.

No.

Hay que sentirlo, además.

Hay que vivir su espíritu»

(Carlos Gardel) 

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El tango se originó dentro de la fusión cultural que se creó entre inmigrantes europeos (españoles e italianos), esclavos africanos y nativos de la región del Río de la Plata, en la confluencia entre Argentina y Uruguay. Su esencia era cien por cien urbana, culturalmente hablando. Un argumento del mestizaje cotidiano de la época rioplatense a partir de las últimas décadas del siglo XIX. Tiene muchísimas variedades en cuanto a sus formaciones musicales se refiere, aunque los instrumentos más utilizados desde sus inicios han sido las guitarras, el bandoneón, el piano y el contrabajo. Y en muchos casos las orquestas de tango estaban compuestas por un sexteto habitual.

Quizá el bandoneón es el instrumento que le caracteriza. Un instrumento de viento, de forma rectangular, diseñado originariamente en Alemania y que según la leyenda parece ser que se diseñó como órgano portátil para tocar música religiosa, de ahí que su sonido sea un poco melancólico. El instrumento arribó al Río de la Plata de la mano de marineros y de inmigrantes y fue adoptado rápidamente por los músicos de la época locales. Hoy es considerado uno de los símbolos del tango. Parece ser que su diseñador fue Carl Friedrich Uhlig sobre 1830 y mejorado por Carl Zimmermann en 1849. Su nombre se debe a Heinrich Band, quien fue una de las primeras personas en dedicarse a comercializarlos. Al músico que lo toca se le denomina bandoneonista.

«El tango es un pensamiento triste que se baila»

(Enrique Santos Discépolo)

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Una curiosidad del tango es que muchas de sus letras están compuestas basándose en un argot local denominado lunfardo. Realmente es una jerga que se originó y se desarrolló en la capital argentina y todo su cono urbano. Desde allí se extendió rápidamente a ciudades cercanas y a provincias más lejanas, así como a diferentes ciudades de Uruguay, en especial, a su capital Montevideo. De hecho, la situación socio cultural de ambas ciudades (Buenos Aires y Montevideo) era bastante similar, debido principalmente a que la inmigración europea fue la misma para los dos países.

En principio, esta jerga era utilizada por los delincuentes, para pasar luego a formar parte de las clases bajas. Con el tiempo, muchos de sus vocablos se introdujeron en la misma lengua popular de la población mayoritaria y se mezcló con el castellano. A principios del siglo XX, el lunfardo ya estaba difundido por todas las clases sociales y muchos años después se introdujo en países vecinos como Chile, Paraguay o Bolivia.

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«El tango está lleno de despedidas»

(Ramón Gómez de la Serna)

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Si nos detenemos en el origen del término parece provenir de algunos países africanos y podría ser de la palabra ‘tamgú’, que significaría ‘tambor’ o ‘bailar al son del tambor’. Lo único que se sabe con certeza es que en el siglo XIX en las Islas Canarias y en algunos otros puntos del continente americano, la palabra ‘tango’ significaba reunión de negros para bailar al son del tambor’. Pero los significados para la palabra se hicieron muy numerosos. Para los traficantes de esclavos españoles la palabra quería decir el lugar donde se encerraban a los esclavos, y también al lugar donde se les vendía. Y para los esclavos significaba espacio cerrado o privado donde había que pedir permiso para entrar. El diccionario de la lengua española, en su edición de 1899, definía el término ‘tango’ como una fiesta y danza de negros o de gente del pueblo en América. Pero en la edición de 1925 ya se definía como una danza de alta sociedad importada de América a principios del siglo XX. Un ejemplo claro de que el tango pasó de ser de clase baja a ser de clase alta.

Pero justo después de la Primera Guerra Mundial, el tango se expande a Europa, concretamente a Francia y a su capital París. Comienza a sonar ese sonido que provenía de burdeles y de barrios bajos con un nuevo aporte de músicos más y mejor preparados, incorporaciones de letras más centradas en el paisaje de suburbio, de infancia y de amores perdidos. Durante esa época precisamente es cuando apareció en escena uno de los mitos y símbolos del tango. Carlos Gardel, aunque nacido en Francia, se naturalizó argentino. Fue cantante, compositor y actor de cine, su fama se expandió por todo el mundo, y todavía hoy es un icono del tango y de su historia. Muchos de los temas que interpretaba eran compuestos por él mismo y muchas de sus letras eran escritas por el poeta y amigo Alfredo Le Pera.

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La lista de cantantes simbólicos como de músicos se ha hecho eterna con el paso de las décadas. Quizá la década de oro del tango fue la de los 40. Fueron tiempos donde el tango era cosa de locales de moda y de lujo. Una mezcla de letras de barrios bajos entre gente de clase alta. Aparecieron las grandes orquestas y los cabarés del momento llenaban sus aforos con espectadores ansiosos por disfrutar de esa música. Pero quizá después hubo un momento en que el tango no supo desarrollarse dentro del paso del tiempo. Y no fue hasta la década de los 60 y 70, con la aparición de nombres como Ástor Piazzolla u Horacio Ferrer, cuando se decide por una renovación a fondo del género. Ya en los 50 hubieron músicos innovadores, se trataba de ajustar nuevas sonoridades y temáticas.

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«La música es más que una mujer,

porque de una mujer de puedes divorciar,

pero de la música no.

Una vez que te casas,

es tu amor eterno,

para toda la vida

y te vas a la tumba con ella encima»

(Ástor Piazzolla)

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Pero fue Piazzolla quien alternó sus dos pasiones, la música de tango con la música clásica. Su motivación fue la fusión musical desde las influencias más diversas. Introdujo armonías disonantes y bases rítmicas intensas y nerviosas que produjeron una auténtica transformación radical del género. Lógicamente esa innovación trajo defensores y detractores. Conservadores tradicionalistas y renovadores se pusieron manos a la obra para criticar o alabar el trabajo de Piazzolla. Y también introdujo la renovación instrumental del tango, incluyendo instrumentos hasta entonces inéditos como la guitarra, el bajo, los teclados o el sintetizador. También incluyó el saxo o la batería. Desde los ochenta, la fusión del tango con nuevos estilos no ha dejado de crecer. Una de las más utilizadas ha sido la unión entre el jazz y el tango, pero también con el rock, el pop o la electrónica. De hecho, la fusión con la música electrónica ha sido un fenómeno muy creciente y que ha puesto al tango en un panorama nuevo de difusión mundial.

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Dire Straits

Publicado: 24 de enero de 2013 en Música
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«La música sólo tiende a ser

un vehículo para que la poesía fluya»

(Mark Knopfler)

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Dire Straits (Una situación desesperada) aparecieron a finales de la década de los 70, en plena era del post-punk británico. Aunque su sonido poco o nada tenía que ver con ello. Quizá su origen se debía más bien a esos sonidos de rock de local, de pub inglés, de banda que se reúne para tocar los fines de semana en alguno de los miles de locales donde se puede escuchar música en el Reino Unido. Una tradición que sigue estando vigente. Se inspiraron en la melancolía pero también en un sonido definido, limpio y claro, que sonaba fresco aunque conocido, emergiendo en un momento en que la mayoría buscaba otras fórmulas de experimentación.

Tenían un líder y era evidente. El guitarrista y vocalista Mark Knopfler supo echarse a las espaldas todo el proyecto. Supo calibrar magistralmente las dosis precisas de rock, de blues, de jazz y de folk para construir melodías que se celebraron por todas partes. Un sonido de culto que no puede ni debe pasar de moda. También supo incorporar buenas letras, con reminiscencias ‘dylanianas’ pero que completaban a la perfección todas sus grabaciones. Evidentemente, la música del grupo fue desarrollándose de forma lenta pero segura. Y con cada nueva grabación se iba distanciando de los primeros sonidos pero siempre llevando su sello personal.

La banda se convirtió en un emblema de la generación musical de los ochenta, junto a otros nombres similares como Génesis, Clapton o Winwood. Mark Knopfler nació en agosto de 1949 en Inglaterra. Hijo de arquitecto decidió estudiar literatura inglesa en la Universidad de Leeds mientras colaboraba ocasionalmente como crítico de rock en la revista de la misma ciudad ‘Yorkshire Evening Post’. Una vez terminada su carrera se hizo profesor de inglés e hizo sus primeros pinitos musicales con una banda que no llegó a cuajar. Para aquel entonces se valía de la colaboración de su hermano David Knopfler (guitarrista), del bajista John Illsley y el batería Pick Withers. Grabaron una pequeña maqueta que llegó a oídos del DJ londinense Charlie Gillett. Consiguieron ser la banda telonera del grupo neoyorquino Talking Heads y su primer contrato con una discográfica (Vertigo). Su primer éxito fue el single ‘Sultans of swing’ que triunfó tanto en el Reino Unido como en EEUU.

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Su primer álbum homónimo también fue todo un éxito. Ese primer single ayudó a que se conocieran y la calidad de su música era evidente. Además, la mezcla de sonidos era atractiva para los dos lados del Atlántico. Se publicó en otoño del 1978 y era un conjunto melódico de rock y blues con raíces evidentes del jazz. Quizá no era un álbum con mucha fuerza pero sí se adivinaba lo que podrían dar de sí en el futuro y el listón de su calidad quedaba en todo lo alto. Las nueve canciones del álbum no desentonaban aunque algunos temas destacaron por encima del resto. Junto al exitoso single se podrían añadir ‘Down to the waterline’, ‘Water of love’ y ‘Wild west end’.

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Su segundo álbum titulado ‘Communiqué’ apareció en 1979. No defraudó, y además consolidó a su público. Vendió más de tres millones de copias en todo el mundo. Salió cuando todavía no se había cumplido un año de su primer estreno, y aunque para muchos era una pequeña decepción y una pequeña copia del anterior, con el paso del tiempo se ha llegado a valorar en su justa medida. Una obra maestra en todo. Desde el comienzo hasta el final. El sonido que ya habían evolucionado tenía una firma y un sello propio, tan sólo había que desarrollarlo y afinarlo. No tuvo el éxito esperado y sólo un single se coló entre los mejores del año ‘Lady writer‘. Pero hay temas que no se pueden menospreciar de ese álbum como ‘Once upon a time in the west’, ‘News’ o ‘Where do you think you’re going?’.

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Para la grabación del tercer disco el grupo vio cómo David Knopfler abandonaba el proyecto para encauzar su carrera en solitario. Le sustituyó Hal Lindes. Esa ausencia hizo que Mark se replanteara un poco sus orígenes del mismo proyecto y se alejó un tanto de las raíces jazz-country-rock para centrarse en algo más ambicioso. El éxito de ‘Making movies’ (1980) no se hizo esperar. Había motivos. Excelentes temas que relanzaron la carrera del grupo. La producción también varió de sintonía, con toques más new wave, una variante de jazz más moderna. Para muchos uno de los mejores trabajos de la banda, un disco que consiguió ser disco de oro tanto en Reino Unido como en EEUU. aunque con los últimos temas el disco va bajando de intensidad o en calidad. Varios singles ocuparon la lista de éxitos: ‘Tunnel of love’ o ‘Romeo and Julieta’. 

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Dos años tuvieron que esperar sus fans para volver a reencontrarse con un nuevo álbum del grupo. Se trataba de ‘Love over gold’ (1982). Aquí aumentaron las ganas de Knopfler para llegar más allá del rock progresivo. Creó una guitarra más virtuosa si cabía y ambicionó temas más extensos con mayores dosis de interpretación. El disco quedó formado finalmente con tan sólo cinco temas pero todos ellos de una duración más profunda y un trabajo más dedicado. El inicio era espectacular, con un ‘Telegraph road’ que duraba casi quince minutos y hacía presagiar una gran obra maestra. Era el momento para Knopfler de consagrarse como un gran guitarrista, decorando los sonidos en forma de ambientes y atmósferas personales, pero no llegó a cuajar del todo. Quizá las expectativas eran demasiado ambiciosas, quizá todos esperaban que el grupo siguiera una senda ascendente, pero lo cierto es que la realidad mostró un disco en esencia menor, un alto en el camino. Con el tiempo parecía que el líder de la banda experimentaba más que fabricaba.

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Porque por aquel entonces, Mark comenzó a explorar otras vías musicales, colaborando en el cine y con algunos otros músicos consagrados, como Van Morrison. De hecho, desapareció del grupo durante los dos siguientes años. No fue hasta 1985 que apareció el siguiente disco del grupo titulado ‘Brothers in arms’. El éxito fue contundente e inmediato. Uno de los discos más vendidos en la década de los ochenta en el Reino Unido. La gira de aquel año tuvo más de 200 fechas. Tras la cual el grupo tuvo que tomarse un merecido respiro. Fue un disco que trajo atmósferas de jazz-rock pero con ambientes de pop. El disco tuvo una aceptación brutal y mundial. Se adhirieron nuevos millones de fans y para muchos de sus seguidores fue considerado como el mejor álbum de la banda. Varios temas ayudaron al tremendo éxito: ‘Money for nothing’, ‘Ride across the river’ y, sobre todo, el que daba título al álbum ‘Brothers in arms’.

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A partir de ahí se abrió otro paréntesis que se interrumpió cinco años después, cuando Mark se juntó con Illsley, Clark y Fletcher, más algún que otro músico de sesión más, y se pusieron a grabar lo que sería el sexto álbum de la banda y que saldría publicado en 1991 con el título de ‘On every street’. No cumplió las expectativas, sobre todo cuando los fans llevaban años esperando otra nueva entrega con tanto ahínco. Aún así, fue disco de platino en los EEUU, pero no pudo entrar ni siquiera en el top 40 de las listas del Reino Unido. La conclusión fue que se trataba de una gran decepción. A finales de ese mismo año la banda anunció su disolución. Su líder se centraría en su carrera particular y en bandas sonoras para películas junto al teclista Fletcher. Illsley, el único que se había mantenido fiel desde el inicio dejó la carrera musical para dedicarse a su otra afición: la pintura. Withers, por su parte se dedicaría a tocar en bandas de jazz. Han sido varios los rumores de una posible vuelta de la banda pero nunca se han confirmado.

The Police

Publicado: 16 de enero de 2013 en Música
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» Yo veo la música como un lenguaje.

Si una forma musical se come su propia cola, se muere.

Por lo tanto, tiene que ser un perro mestizo, necesito ser hibrido »

(Sting)

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La idea y el concepto original fue crear un grupo de punk rock con un sentido del término bastante amplio. Era también una mezcla de estilos, pasando por el pop y el reggae pero sin caer en la etiqueta única de punk. La guitarra debía ser precisa, densa, creando sonidos y efectos interrelacionados. La percusión debía ser notoria pero secundaria. La voz se mostraba  sugerente y distinta. El resultado del conjunto fue la creación de una de las mejores bandas de la época que sigue deleitando a sus millones de fans. Porque los grandes grupos nunca dejan de sonar, aunque se separen y aunque desaparezcan. Crearon una nueva forma de adentrarse en el punk mediante el pop. Y con el paso de sus discos sus experimentos fueron creciendo, poniendo notas de jazz y de blues y dándole al pop mayor protagonismo. Tuvieron un gran protagonismo pero su fama duró poco porque no duraron mucho tiempo juntos.

» Yo hago mi mejor trabajo cuando estoy en el dolor y la confusión »

(Sting)

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Stewart Copeland (batería) y Gordon Sumner (guitarra y voz), más conocido como ‘Sting, formaron el grupo The Police en 1977. Copeland nació en julio del 52 en Virginia (EEUU) y su padre fue un ex agente de la CIA. Estudió en la Universidad de California y después se trasladó a vivir a Inglaterra donde conoció a Sting. Gordon Sumner nació en octubre del 51 en el norte de Inglaterra. Se inició en el bajo para seguir con la guitarra. También contribuyó con su voz y sus letras. Su carrera es impresionante. Tanto dentro del grupo como durante su carrera en solitario ha sido capaz de vender más de cien millones de discos. Ha recibido más de quince Premios Grammy e innumerables premios musicales al conjunto de su carrera. Desde muy joven ya evidenció su talento para la música, quizá su origen irlandés le sirvió de algo para ello. Comenzó en grupo de jazz y tocaba en locales de su ciudad vistiendo la segunda camiseta de su equipo favorito de fútbol (Newcastle United), que por aquel entonces era a rayas amarillas y negras. Un compañero de esa época comenzó a llamarle ‘abeja’ y al final todos le conocieron con el sobrenombre de ‘sting’ (aguijón). Años después se trasladaría a Londres donde conocería a Copeland y Summers. Andrew Summers nació en Lancashire (Inglaterra) en 1942. Fue un obsesionado por el piano y la guitarra y dejó los estudios para trabajar en una tienda de música y actuar en locales de jazz.

Cuando Copeland y Sting se unieron para formar The Police contaron en principio como guitarrista con el francés Henri Padovani, pero éste carecía de la suficiente experiencia. Cuando descubren a Andy se dan cuenta de que era el ideal para completar el proyecto. Quizá Sting fue su máximo avalista. Encontró en él a alguien con quien compartía gustos, influencias  y opiniones musicales. El grupo quedaría así formado hasta su final. En la primavera del 78 firmaron con el sello A&M y poco después apareció el primer sencillo titulado ‘Roxanne’. Comenzaron una gira ese verano por los EEUU con una furgoneta y equipos alquilados sin demasiada repercusión. Tuve que salir su primer álbum ‘Outlandos D’Amour’ (1978) en el otoño de ese mismo año para notar un ascenso en las listas británicas y norteamericanas. La primavera siguiente ese primer sencillo ya estaba en el número 12 en las listas del Reino Unido, mientras que el álbum se colocó en el puesto número 6. Quizá los posteriores discos de la banda fueron más ambiciosos y precisos, pero su debut fue un canto hacia su versión más directa y sencilla. Se veía que todos sus miembros tenían una amplia base musical, con esencia de jazz, y las combinaciones sonoras se efectuaron de la mejor manera posible. Considerado como uno de los mejores álbumes de debut de la década de los 70.

» Se necesita un hombre para sufrir la ignorancia y la sonrisa «

(Sting)

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El primer sencillo de su segundo álbum consiguió el número uno. ‘Message in a bottle’ (1979) les consagró en su país y también en Europa. La gira por diversos países no se hizo esperar. Pero esta vez fue a escala mundial. Países que no estaban acostumbrados a albergar estrellas de fama mundial vieron como tocaron para ellos. Países como México, India, Grecia, Egipto o Tailandia. Y es que ese segundo disco, ‘Reggatta de Blanc’ (1979), superaba al disco de inicio en ambición y en mezcla de sonidos. Ahora la fusión del reggae y del rock eran evidentes pero la forma de realizarlo resultaba fascinante. También marcó un cambio en el camino del grupo. Fue una terminación más pulida, más nítida. Varios de sus temas siguen siendo eternos y fueron grandes composiciones, como ‘Bring on the night’ o ‘The bed’s too big without you’. 

En 1980 apareció su tercer disco, ‘Zenyatta Mondatta’. Fue un disco que pegó con fuerza en los EEUU, llegando al top ten. Pero en Inglaterra alcanzó el número uno y se mantuvo ahí durante cuatro semanas. Quizá se esperaba ese disco para confirmar a la banda como una de las mejores de los ochenta, recién comenzados, y no bajaron el listón. Para muchos el mejor disco de la banda. Acaso porque fue un conjunto de excelentes temas con perfecta definición y producción. Varios temas llegaron a los top de las listas, pero su auténtico fondo fue su atmósfera sonora, muy instrumentista y de percusión. También Sting cargó las tintas en sus letras, siendo más crítico políticamente. Curiosamente, siempre dijo del disco que no llegó a ser lo verdaderamente bueno que ellos desearon y que pudo haber sido mucho mejor.

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En su cuarto álbum, el grupo entró de lleno en las esferas del pop más de la época. ‘Ghost in the machine’ (1981) dejó de lado su esencia más reggae y más rock. Aparecieron más sonidos enfocados al jazz, con instrumentos como los saxos. Digamos que se adaptaron al sonido más clásico de los 80. Y comenzó a crearse al mejor Sting en el terreno pop. Un camino que ya no dejaría. Varios temas del disco tuvieron éxito. Y quizá no sería reconocido como un gran álbum de pop aunque sí que fue un buen disco. Lo que dejaba claro el grupo es que seguía experimentando dentro de las apuestas musicales. No se conformaron con seguir un estilo, intentaron siempre crear nuevas mezclas, adaptarse a los nuevos tiempos. Pero también aprovecharon su popularidad y su fama para ir creando nuevas expectativas a su gusto, aunque claramente su calidad iba decreciendo. En 1983 apareció el que sería su último disco ‘Synchronicity’, para ese momento ya eran estrellas en todo el mundo. Sus giras eran siempre llenos históricos y ese disco generó cinco sencillos que coparon todas las listas de los países más importantes. Apuntaron a toques más electrónicos y siguieron por la senda del pop. Para muchos críticos, muchos de esos temas tenían el problema de estar rellenados de momentos intrascendentes. Se aliaron más con el jazz que tanto conocían y los instrumentos de percusión aumentaron. Quizá lo que dejó más claro ese álbum es que Sting ya estaba preparando su salto hacia su carrera en solitario y en el mundo del pop más emergente de esos tiempos.

Pero no deja de sorprender que ese último disco llegó a lo más alto de las listas tanto en el Reino Unido como en los EEUU y se mantuvo ahí durante varias semanas. Fue un éxito comercial y de ventas y recibieron muchos premios por ello. Quizá la fama estaba ganada y con poco se conseguía lo que no se consiguió con otros títulos anteriores. La gira de ese disco resultó otro éxito sin precedentes pero al terminarla se anunció que se tomaban un año sabático. Era el inicio del fin. Pasaron más de 3 años hasta que el grupo se volvió a reunir. Sting propuso grabar un disco reinterpretando los mejores temas del grupo, pero la iniciativa nunca cuajó. La relación entre Copeland y Sting ya estaba deteriorada y la idea no animó al grupo. Para entonces Sting ya había comenzado su proyecto personal y publicó su primer álbum en solitario en 1985. Copeland comenzó su carrera en solitario grabando partituras para cine y televisión. Formó banda de rock progresivo con el nombre de Animal Logic. Por su parte Summers se limitó a seguir por la senda experimental del jazz y de su fusión y colaboró con otros músicos en diferentes proyectos. A pesar de los continuos rumores de un posible retorno de la formación y de la grabación de un nuevo disco nada de eso ocurrió.

Funk

Publicado: 28 de noviembre de 2012 en Música
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«La música es sinónimo de libertad,
de tocar lo que quieras y como quieras,
siempre que sea bueno y tenga pasión,
que la música sea el alimento del amor»
(Kurt Cobain)
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El origen de la palabra ‘funky’ se aplicó por primera vez en la década de los años 50, aplicado a un tipo de jazz que se denominó ‘funky jazz’. Se utilizaba por extensión para toda la música que contenía determinadas características relacionadas con las raíces musicales negras. Su ritmo se caracterizaba por ser fuerte, muy acentuado. Para conocer el verdadero significado de la palabra ‘funky’ habría que pensar en el mismo sustantivo ‘funk’ que viene a decir temor o pánico. El mismo verbo da a entender ‘tener miedo’. Pero en el siglo XVII la palabra se utilizaba en Inglaterra para calificar a todos los lugares donde había mal olor, y sobre todo, aquellos lugares con mal olor por culpa del humo del tabaco. Y la palabra ‘funk’ de aquella época identificaba locales y antros malolientes.
«La música puede dar nombre a lo innombrable
y comunicar lo desconocido»
(Leonard Bernstein)
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Y si al principio el término se usó para definir un estilo de jazz que estaba dentro del ‘hard bop‘, con un sabor muy visceral, muy rítmico, con muchas influencias del gospel y del blues y con una gran tradición africana, pasó  luego a denominarse ‘soul jazz’. Pero como conocemos el término, y como se desarrolló su fama y su moda, fue a raíz de ser utilizado para definir a una nueva música de ambiente muy sonoro y bailable, una música animada que contagiaba las ganas por bailar y moverse, manteniendo las dosis perfectas de ritmo. Es en la década de los 60 cuando el término quedó completamente afianzado, y cuando se le relacionó perfectamente con música negra bailable, con raíces de blues y de soul. Su máximo exponente fue sin duda James Brown.

«La música es una cosa amplia,
sin límites, sin fronteras, sin banderas»
(León Gieco)
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James Brown nació en EEUU en mayo de 1933. Se le conoce por haber sido uno de los grandes cantantes de la música soul, rock y funky norteamericana. Su sobrenombre más famoso fue ‘The godfather of soul’ (El padrino del soul). Un personaje que desde niño tuvo que aprender a subsistir de la mejor manera posible. Recogió algodón, limpió zapatos e incluso confesó haber robado piezas de coche para poder venderlas. De hecho, con veinte años recién cumplidos fue arrestado por robo a mano armada y condenado a pena de cárcel. Tres años cumplió de condena cuando de nuevo vio la libertad, pasando a estar 3 años más en un reformatorio. Tuvo la suerte en ese momento de ser recogido por la familia de Bobby Byrd, un cantante de la época que le ayudaría en su carrera. Junto compartieron también escenarios. Desde la década de los sesenta comenzó a acumular éxitos, uno tras otro, títulos ya emblemáticos que alcanzaron los primeros puestos de ventas y de éxitos, títulos como ‘It’s a man’s world’, ‘I’ll go crazy’, ‘Think’ o ‘Prisioner of love’. Uno de esos títulos ‘Papa’s got a bran new bag’ llamó poderosamente la atención por tratarse de un tema realmente original. El ritmo destacaba de manera espectacular y los rasgueos de guitarra de fondo hizo que se comenzara a descubrir y a degustar el ‘funky’.

Pero es que el funk supuso una aire fresco a toda esa música de baile originada por músicos negros. Toda la música creada por este colectivo llevaba implícita una reivindicación política y social. Brown supo desarrollar toda esa música inspirada en el gospel, con mucho y ritmo y mucho blues, transformándola en un soul bailable que inundó todo el planeta. Comienzos la música disco como hoy la conocemos, origen del hip hop, del afrobeat, del rap y del breakdance. Pero el funky era una creación colectiva, una agrupación de todos los ritmos a expensas de la melodía. Junto al gran Brown no podemos olvidarnos de otros nombres que fueron el detonante del estilo musical: gente como The Meters o Sly & the family Stone. El denominado estilo funky soul con nombres como Temptations o Spinners y algunos de la escena Motown del momento como Stevie Wonder o Marvin Gaye. Pero el funk no se detuvo ahí y siguió desarrollándose en los setenta y ochenta. Todas las combinaciones posibles se pusieron en marcha, reminiscencias de jazz, de soul, de blues, de la nueva música callejera y de bandas, un cúmulo de sonidos que tenían todos el mismo origen y que reinterpretaron de manera genial la nueva música de baile. Seguramente con el tiempo seguirá siendo influencia para los sonidos nuevos y más creativos.

Sonido Filadelfia

Publicado: 7 de noviembre de 2012 en Música
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«La música comienza

donde acaba el lenguaje»
(E.T. Hoffmann)

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Las combinaciones musicales nunca han dejado de detenerse. Las variaciones de un estilo y la experimentación con otros han hecho posible diferentes pruebas de que se pueden lograr estupendas mezclas de sonido. El sonido de Filadelfia  (Philadelphia Sound o Sweet Philly) es buen ejemplo de ello. Para algunos el origen de la música disco tal y como comenzó y tal y como hoy la conocemos. Y sin duda con esencia de música negra por todos los costados. Influencias del funk, del soul, del jazz y del blues, unido todo ello, como un buen cóctel a un pop pegadizo y bien acompasado, con ritmos que invitaban a bailar y menearse. Muchos arreglos de orquesta, cuerdas y viento. Una fantástica muestra de creatividad. Se considera a Isaac Hayes como el detonante de este estilo, gracias a la banda sonora que grabó para Blaxploitation, un movimiento cinematográfico que se originó en EEUU a principios de la década de los 70 dentro de la comunidad afroamericana y que consistió básicamente en el boom de cine negro con bandas sonoras de artistas conocidos. Nació durante el gran éxito del cine de explotación y tenía como audiencia potencial al público urbano de raza negra. Quizá esa década presenció el crecimiento progresivo de los artistas negros en aquel país. Aparecieron directores de cine, actores, músicos y creadores de diferentes artes urbanas. Uno de los referentes de esa época fue el actor Sidney Poitier. Durante la década de los 60 aparecieron los famosos movimientos sociales de los negros, gracias a grupos como Black Power o los Black Panthers, que generaron un hervidero social, cultural y político para las siguientes generaciones. Algunos intelectuales negros incluso criticaron los métodos violentos de estos grupos, y por primera vez se abría un debate entre la misma cultura afroamericana. El disco de Hayes estaba formado por un sonido de soul sinfónico influenciado por el sonido del soul de Memphis.

En 1970 se estrenó en el cine la película ‘Cottom Comes’, la novela escrita por Chester Himes y dirigida por Ossie Davis. La historia estaba ambientada en el barrio neoyorquino de Harlem y fue plenamente protagonizada por actores negros y con una banda sonora de funky-soul. Fue el comienzo de una larga lista del movimiento Blaxpoitation, que tenían unos rasgos muy característicos como los pelos afro, las gafas enormes y los pantalones de campana. También apareció por aquella época otro embrión de este estilo musical: Barry White, sobre todo con el disco ‘Love’s theme’, el cual sorprendió y triunfó. Aunque el inicio del famoso sonido Filadelfia tiene que ver con el nacimiento de un sello discográfico llamado PIR (Philadelphia International Records). Un sello creado en 1971 por Kenny Gamble y Leon Huff, dos productores con extensa experiencia. Lo primero que idearon fue instalar una orquesta que daría el soporte a todas las grabaciones del sello. Los siguientes años los éxitos de este sello fueron más que evidentes y continuos. Todo ese sonido se caracterizó por restar protagonismo al artista principal y otorgárselo más a escritores, arreglistas, productores, músicos y solitas. Una parte profunda del soul pero llevada por el camino de la música disco, con una gran riqueza instrumental y muchos avances en la técnicas de grabación.

La música disco se generó como mezcla de la conocida como rhythm & blues (R&B) mezclando elementos como el funky o el soul y toques latinos. Su moda ocupó el espacio de los años setenta. Tras una década de los sesenta donde el pop concentró todas las emociones, se buscó un nuevo tipo de música que llenara las ‘modernas’ discotecas del momento. Para comenzar con ese estilo se utilizó la orquesta como medio conductor y dentro de esa orquesta destacaron los instrumentos de cuerda y de viento, pero además se incluían otros como la guitarra eléctrica y el piano también eléctrico. Su mayor apogeo fue durante los setenta pero se extendió después desarrollando sus formas y sonidos. Muchos grupos obtuvieron fama y éxito durante esa época: The Bee Gees, Village People, Boney M o ABBA, pero dentro de la música negra destacaron muchísimos más, como Donna Summer, The Jackson 5, Gloria Gaynor. Todo ese espíritu musical estuvo acompañado del cine que aprovechó el momento para estrenar películas ya legendarias como ‘Saturday Night Fever’.

El lugar por el cual se identifica la música disco es la célebre sala neoyorquina ‘Studio 54‘, donde los DJs lograron extender la duración de los éxitos musicales del momento. Se crearon nuevas versiones de discos de moda y el objetivo evidente era bailar o invitar a bailar, disfrutando de la música según el término del momento: ‘Boogie’. Uno de los temas que más éxito tuvieron fue ‘Rock the boat’ (1974) del grupo The Hues Corporation. Marvin Gaye fue otro de los motores del movimiento. Al período comprendido entre 1974 y 1979 se le conoció como ‘La edad de oro’ del sonido.  Y quizá el sonido posterior en la música disco se inspiró en este movimiento cultural, social y musical, puesto que se diseñó con ese objetivo y el desarrollo del estilo fue totalmente natural.

Hip Hop

Publicado: 2 de noviembre de 2012 en Música
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A finales de la década de los 60, en barrios populares de la ciudad de Nueva York (EEUU) como Bronx, Queens y Brooklyn, apareció un nuevo estilo musical, conocido como ‘hip hop’. Quizá un movimiento social y artístico muy representativo que sigue vigente y que se ha ido desarrollando como una nueva forma de expresión, que ha conseguido infinidad de seguidores y que se ha consagrado como un escenario ya consolidado y necesario que infunde mensajes sociales, culturales y políticos. Estaba fundamentado en los cuatro pilares de la cultura de la calle neoyorquina: el MC, el DJ, el breakdance y el grafiti callejero. Como estilo musical se desarrolló primero como base de unas letras hirientes, agudas, con rimas seguras y llamativas, creando y provocando, acompañadas de una sintetización del sonido, una percusión latente y moderna, con mucho ritmo y con mezclas de samplers continuas.

Como negocio musical nació a principios de los 70 y se situó como base en el South Bronx. Se puede decir que el término para cantar de esa manera se conoció como ‘rap’, aunque el ‘hip hop’ incluía nuevas formas de cultura unidas, una subcultura urbana y auténtica, que ensalzaba una raza (la negra) por encima de la blanca, reivindicando sus señas de identidad y adornando su forma de cantar y realizar música. Kevin Donovan, un DJ norteamericano del South Bronx (Nueva York) fue decisivo en el desarrollo de la música hip hop. Se le conoció como Afrika Bambaataa y bautizado dentro del estilo musical como ‘El padrino’ o ‘El abuelo’. Su cultura estaba dentro del estilo de pandillas callejeras, con mezclas de sonido funk tan habitual en los años 70. Se crió entre movimientos de liberación negra y fue testigo de los debates acerca del movimiento. Fue líder de una banda (gang) conocida como ‘The Black Spades’. La influencia de la banda creció hasta forjar alianzas con otras bandas de la zona. Ganó un concurso de ensayo y el premio fue un viaje a África. A partir de ahí su visión del mundo cambió por completo. Cambió su nombre, adoptando el nombre del jefe zulú que lideró una rebelión armada contra las prácticas económicas injustas de los primeros años del siglo XX en Sudáfrica. Combinó las actuaciones de DJ en fiestas añadiendo el show de breakbeats. Creía en el uso de la música, en el baile y en el grafiti como instrumentos para apartar a todos esos chicos de la calle que pertenecían a bandas y que no tenían más futuro que caer algún día víctima de alguna bala perdida. La expresión ‘hip hop’ era una frase común que se utilizaba por los MCs como parte de un estilo  de rima inspirado por el scat. El scat provenía del jazz y era un tipo de improvisación vocal, generalmente con palabras y sílabas sin sentido, que convertía la voz en un instrumento musical. Daba la posibilidad de cantar melodías y ritmos improvisados. Un virtuosismo que requiere mucha habilidad y entrenamiento además de tener cierta capacidad de improvisación. Pero para Donovan, esa cultura que estaba emergiendo tenía cuatro pilares fundamentales que estaban dentro de la esencia misma de la cultura. Se refería a la música pinchada por los DJs, el lirismo de las letras y la poesía de los MCs, el baile de los B-Boys y el arte urbano de los grafiti. Se dio cuenta de que los tours que estaba organizando abriría la puerta para expandir el hip hop.

La base del hip hop estaba en la unión del MC (Master of Ceremony) y del DJ. El término ha sido atribuido a Keith Cowboy (rapero), aunque él mismo y su colaborador Lovebug Starski usaban el término cuando a este tipo de música se la conocía como ‘disco rap’. Las raíces son simples, música afroamericana, una combinación de poesía y un estilo peculiar de los raperos. Una poesía hablada combinada con música que apareció en las ‘block parties’ y haciéndose cada vez más popular en la ciudad de Nueva York. Esas ‘parties’ comenzaron a incluir DJs que comenzaron a aislar los breaks de percusión de las canciones más populares como era habitual en los inmigrantes jamaicanos. Uno de los Djs pioneros de esta técnica fue DJ Kool Herc. Ahí comenzaron a aparecer las técnicas del ‘turntablism’ y del ‘scratching’, unidas al ‘beat mixing’ y ‘beat juggling’. Una base de percusión que servía para poder rapear. Los MCs lograron incorporar una mayor variedad vocal y rítmica, aprovechando rimas breves pero intensas, con temáticas social y provocativa. Cada uno intentaba a su manera destacar por encima del otro. El número de MCs no dejó de aumentar en los siguientes años.

Como en todas formas de arte, muchos fueron sus defensores y muchos sus detractores. El hip hop surgió como una muestra de respuesta directa hacia la música disco relajada y europeizada que se consumía por masas. Era una muestra diferente del nuevo funk. Curiosamente, el mismo hip hop fue la base de la nueva música disco. Algunos DJs se caracterizaban por rimas rápidas y estructuras rítmicas más complejas (Bambaataa, Winley, Grandmaster Flash o Robinson); mientras que otros DJs que decantaban por la influencia total de la música disco. Pero si un disco causó impacto e impulsó el hip hop alrededor de todo el mundo, ese fue sin duda el publicado en 1979 por The Sugarhill Gang titulado ‘Rapper’s Delight’. Aunque para muchos fue un disco que apareció incluso antes titulado ‘King Tim III’ del grupo Fatback Band. Para principios de los años 80 el hip hop ya se había desarrollado y expandido por todo los EEUU. En aquella época destacaron Grandmaster Flash con su tema ‘The adventures of Grandmaster Flash on the wheels of steel’ (1981), Rammellzee & K-Rob con el tema ‘Beat Bop’ (1983). Las cajas de ritmos se iban imponiendo en esa década. La tecnología avanzaba y los trabajos de los DJs eran cada vez más sencillos y creativos. Y fue durante esa década cuando el hip hop se extendió a todo el mundo. Uno de los grupos que más éxito tuvieron fuera de los EEUU fue Cypress Hill, que se formó en 1988 a las afueras de Los Ángeles. Beastie Boys publicó ‘Licensed to Ill’ en 1986 consiguiendo el número de las listas Billboard por primera vez en la historia del rap.

Pero a finales de la década de los 80 se vivieron los mejores años del hip hop, la llamada ‘edad de oro del hip hop’. Los mensajes se radicalizaron y los samplers fueron cada vez mejores y más creativos. El jazz tuvo una importancia capital. Pero la aparición de mejores bandas introdujo el hip hop en todos los hogares y discotecas del mundo. Grupos ya legendarios como Public Enemy, De la Soul, Eric B. & Rakim, Big Daddy Kane, entre otros, revolucionaron la escena del rap en todo el mundo. Apareció el Gansta rap, un subgénero del hip hop que reflejaba los estilos de vida de los jóvenes violentos, especialmente afroamericanos de barrios periféricos y marginales de las ciudades más conocidas de los EEUU. Nombres como N.W.A, Schooly D o Ice T fueron populares. Ya en la década de los 90 apareció MC Hammer rompiendo récords de ventas. Se convirtió en uno de los raperos más exitosos del momento. En 1992, Dr. Dre creó un estilo denominado ‘g funk’, un estilo propio de la costa oeste. Aparecieron otros nombres que relanzarían el sonido del ‘East Coast’, como The Notorious B.I.G, Jay-Z y Nas. Ese estilo siguió protagonizando grandes creaciones y grandes descubrimientos como Prince Paul, A tribe called quest, 3rd Bass o Main Source.

A partir de ahí la diversificación de estilos se hizo más que evidente. Hoy en día podríamos hablar de muchos estilos de hip hop. Todos ellos válidos, todos con el mismo origen. Pero se puede decir que en la actualidad el hip hop está totalmente adentrado en la vida musical de millones de aficionados, seguidores, fans e imitadores. Los latinos lo adoptaron, al igual que grupos europeos y asiáticos. Ya se habla del rap francés, del rap español, del rap británico o latinoamericano sin problemas. Y otro de los logros del hip hop cuando hablamos de su desarrollo es que se convirtió en música hecha por blancos también, a pesar de que parecía reservada a afroamericanos. Un ejemplo de ello fue el éxito del mismísimo Eminem en su propio país. Ahora se hace difícil poder escuchar todos los discos de rap que se publican al cabo de un año. Son cientos de grupos repartidos por todo el mundo. Una cultura surgida de la calle y de bandas callejeras que se implantó como algo minoritario y que ha conseguido finalmente un puesto en la élite. Ahora también oímos hablar de rap alternativo, que logró un hueco en el mercado y que ha tenido un éxito enorme, gracias a nombres como Gnarls Barkley, Kanye West, Out Kast o 50 Cent. Son grandes vendedores de éxitos continuos y merecedores de grandes premios. El rap alternativo no se limita a EEUU, ya se ha extendido por todo el mundo.

Jim Morrison

Publicado: 31 de octubre de 2012 en Música
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«Soy el hombre de la libertad, esa es toda la fortuna que tengo»

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Sigue siendo un icono para muchas generaciones, y sigue estando vigente su figura. Un símbolo de una generación que protagonizó muchas escenas durante muchos años y que sirvieron de influencia para las siguientes. Su repentino ingreso en ‘el club de los 27’ hizo que dejáramos de poder gozar de más muestras de su arte y de su creatividad. Nadie sabe con certeza qué hubiera pasado y qué hubiéramos conocido si no hubiera muerto tan joven, pero nos quedan muchas de sus frases, de sus canciones y de sus vivencias. Experiencias de una persona un tanto solitaria y fuera de juego, que vivió como le gustó sin pretender nada más. Siguiendo únicamente su instinto y no dudando nunca de que lo que sentía tenía mayor capacidad de seducción que todo lo que le pudieran ofrecer los que le rodeaban.

«Un amigo es aquel que te da la libertad de ser tú mismo»

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Jim Morrison se llamaba James Douglas  Morrison Clarke, nació en Melbourne, EEUU, en diciembre de 1943. Fue escritor, poeta, compositor y cantante. Famoso por ser el líder y el vocalista del grupo psicodélico The Doors. Según la revista musical Rolling Stone, ocupa el puesto 47 de los mejores 100 cantantes de todos los tiempos. Como su padre era militar la familia Clarke se trasladó durante varios años de ciudad en ciudad por todo el país. A pesar de que el pequeño Jim nació en Florida, cuando tenía catorce años ya había vivido en siete lugares diferentes. Quizá esa falta de apego a un lugar en concreto marcó su personalidad desde muy joven. Su sentido del humor era negro, escribía poesía, pintaba y leía como un loco. Estaba fascinado por la literatura y la poesía en todas sus extensiones.

«Escuchad, la verdadera poesía no dice nada;

sólo muestra opciones.

Abrid todas las puertas.

Podéis atravesar cualquiera entrada que vos queráis»

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Mucho se ha escrito sobre él en libros, revistas especializadas y artículos de prensa. Su gran personalidad fue su auténtico reclamo, además de representar a miles y miles de jóvenes de una generación casi sin identificar, que deambulaba entre la búsqueda de respuestas y con la duda sembrada a su alrededor. Con 19 años se fue de casa para vivir su propia vida. Podía usar la misma camisa hasta que se rompía por sí sola. Prefería gastarse el dinero en un libro que en una camisa. Estudió en la Universidad de Florida y más tarde cine en UCLA (Los Ángeles), coincidiendo con el gran Francis Ford Coppola, y aunque logró graduarse nunca se presentó para recoger su documentación. Para aquella época ya había perdido la ilusión por la carrera y la industria cinematográfica.

«Me gusta cualquier reacción que puedo lograr con mi música.

Lo que sea que haga a la gente pensar.

Me refiero a que si puedes hacer que una habitación llena de gente borracha y drogada pueda despertarse,

estás haciendo algo«

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Pero su principal obsesión y afición fue la poesía. Se trasladó a vivir a Venice Beach, California, en una azotea, intentando conquistar a cualquier chica entonando estrofas y sonetos. Comenzó a descubrir su ambiente, el que existía entonces, se acercó a las drogas psicodélicas, al peyote, a la marihuana y al LSD. Realmente siempre confesó sentirse atraído por las drogas, sobre todo el ácido.Vivió entre ambientes hippies y feliz. Su aspecto desaliñado, melenudo y harapiento le daban buena muestra del ejemplo. Se reencontró con Ray Manzarek, antiguo compañero de universidad y tras conocer los escritos y la entonación de Jim, le propuso crear una banda de rock. Junto a Morrison y Manzarek, se unieron Robby Krieger en la guitarra y John Densmore en la batería. Corría el año 1965 y nacían The Doors. Tras varios conciertos por Los Ángeles pudieron conseguir un contrato con una discográfica para grabar su primer álbum, que aparecería en 1967 y llevaría título homónimo. Con el sencillo ‘Light my fire’, escrito íntegramente por Krieger, la banda se mantuvo varias semanas en lo más alto de las listas durante el famoso verano del amor de 1967.

Morrison se transformó en cuanto consiguió la fama. De ser un tipo tímido e introvertido, que acostumbraba en sus primeros conciertos a dar la espalda al público por su gran timidez y vergüenza, llegó a perder toda esa vergüenza para convertirse en todo un ser descarado, provocativo y seductor. De sufrir pánico escénico y, gracias a sus queridas drogas, pudo dar el salto conveniente para enfrentarse al público y a sus miedos e inseguridad. A tal punto llegó su desfachatez y provocación que más de una vez provocó altercados de orden público, e hizo que muchos de sus conciertos fueran prohibidos en muchas ciudades de los EEUU. Incluso fue llevado a juicio por enseñar su pene durante un concierto y simular una masturbación. Cuando se vio ante la posibilidad de ser condenado a prisión decidió abandonar la música y trasladarse a París para dedicarse por entero a la poesía. Pero abandonó su carrera musical en su mejor momento.

En la mañana del 3 de julio de 1971 fue encontrado muerto en la bañera de su piso del barrio parisino del Maris donde vivía junto a su pareja de entonces Pamela Courson. Las causas de la muerte siguen siendo legendarias, hay muchas versiones y algunas apuntan a un suicidio premeditado y otras a un posible asesinato. No se le hizo autopsia y los médicos confirmaron la muerte por paro cardíaco. Poner en duda la versión oficial fue un asunto mundial. Las circunstancias extrañas provocaron esa reacción. Las únicas personas que confirmaron haber visto el cuerpo inerte de Jim fueron su novia y un médico. Consumidor habitual de todo tipo de drogas no parece sensato pensar que sufrió sobredosis de heroína, puesto que no se conocía que la consumiera. De hecho tenía fobia a las agujas. Consumió cocaína y otras muchas, pero todas eran de carácter y entorno hippies. Todo ello lo acostumbraba a mezclar con buenas dosis de alcohol.

“Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte

–creando un certificado de muerte ridículo y pagando a un doctor francés– ,

poner un saco de ciento cincuenta libras dentro del ataúd

y desaparecer a alguna parte de este planeta

 ese tipo es Jim Morrison.

Él sí sería capaz de llevar todo esto a buen puerto”

(Ray Manzarek) 

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Jimi Hendrix

Publicado: 25 de octubre de 2012 en Música
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«La historia de la vida es mas rapida que un abrir y cerrar de ojos,

la historia del amor es hola y adios.

Hasta que uno se encuentra de nuevo»

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Sigue siendo un icono musical y social. Su repentina muerte cuando su juventud era todavía un hecho ayudó a ello. Pero no por eso podemos quitarle mérito, tan sólo lamentarnos de todo aquello que quedó por hacer y por mostrar, todo aquello que nos perdimos por degustar y escuchar. Leyendas planetarias que se fueron un día pero que quedan en la memoria latente de muchas generaciones a pesar de que el tiempo siga transcurriendo un tanto ajeno a la realidad. Jimi Hendrix se llamaba realmente Johnny Allen Hendrix y nació en noviembre de 1942 en Seattle (EEUU). Cuando estaba a punto de cumplir los 28 años de edad murió en Londres en septiembre de 1970. Conocido mundialmente por ser un gran guitarrista, cantante y compositor. La admiración de muchos y la devoción de otros lo ha mantenido vivo para siempre gracias a innumerables imágenes y unos cuantos discos.

Para algunos quizá ha sido el mejor guitarrista rock de guitarra eléctrica de todos los tiempos. Otros tienes sus dudas y sus favoritos alternativos. Pero no cabe duda de que está en la lista de los mejores de la historia. En muchísimas encuestas de otras tantas revistas especializadas siempre ha estado arriba de las tablas. Sus padres eran de origen afroamericanos. Su infancia transcurrió en un barrio muy humilde y estuvo marcada por el divorcio de sus padres cuando todavía no había cumplido los nueve años. Fue entonces cuando se le concedió su tutela a su abuela paterna, la única capaz de garantizarle una estabilidad. El primer instrumento con el que se familiarizó fue con la armónica y con 14 años consiguió su primera guitarra acústica. Y para aprender nada mejor que practicar cada día, en solitario. Siempre intentó imitar a sus ídolos de infancia, como B.B.King, por ejemplo.

Como no estuvo muy interesando en los estudios, los abandonó antes de graduarse y comenzó su carrera musical aunque de forma intermitente. Debido a ciertos problemas que tuvo con la ley tuvo que decidir entre la opción de un período de reclusión o la del alistamiento militar. Eligió la segunda y se alistó en mayo de 1961. Su particular aventura con los rangos militares duró poco. Quizá le sirvió para darse cuenta de lo que deseaba realmente, dedicarse a la música por entero. Se declaró homosexual ante el psicólogo militar, y con el objetivo de conseguir la baja adujo tener serios problemas en su espalda por un salto en paracaídas. El ejército no era para él. Cuando consiguió salir del ejército se ubicó en Tennessee y comenzó sus primeras actuaciones con público con un grupo conocido como los King Casuals. Un tiempo después, el grupo decidió trasladarse hasta Nashville debido a la nueva influencia de rhythm and blues que se estaba desarrollando en esa ciudad.

Fue una época que duró varios años y que llevó al joven Jimi a una vida errante, de gira en gira, colaborando con grupos de todo tipo de escenas, desde el blues al rock, pasando por el soul y el rhythm and blues. La gira del llamado Chitlin’ Circuit le sirvió como base fundamental para su formación musical y estilística y fue con ello que pudo consolidar su conocimiento en las raíces del blues más auténtico. Harto un poco de todo el racismo que sufrió y experimentó en el sur del país decide trasladarse a Nueva York. En 1964 aterriza en el barrio de Harlem donde hizo amistad con los gemelos Allen. Durante esa  época conocería a la que sería su novia, ‘Fayne’ Pridgeon, quien también le ayudaría a conocer la escena local musical del barrio.

«Cuando el poder del amor sobrepase el amor al poder,

el mundo conocerá la paz»

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Y fue precisamente en 1964 cuando Jimi conocería el éxito. Sus escarceos con diferentes bandas le llevaron a una gira por todo el país. Fue un ir y venir de dos años, cambiando de grupos y de bandas. Y fue en 1965 cuando consiguió su primer contrato discográfico con el empresario Ed Chaplin. Y en 1966 formó su primera banda con el nombre de Jimmy James and the Blue Flames. Y también en esa época es cuando comenzó a consumir marihuana y LSD. Pero, no obstante, captó la atención del espectro musical neoyorquino. Casualmente conoció a la novia del guitarrista Keith Richards y le presentó al manager de The Rolling Stones aunque no resultó fructuoso. Pero sí tuvo suerte con el encuentro con el bajista del grupo The Animals Chas Chandler. La versión que hizo de ‘Hey Joe’ hizo que Chandler le propusiera viajar a Londres para ponerle en contacto con su mánager. Junto al guitarrista Noel Redding y el batería Mitch Mitchell formó una banda improvisada. Fue el comienzo de Jimi Hendrix Experience. 

Ese trío fue una absoluta revelación. Desde Londres al resto del Reino Unido, desde Europa a EEUU, la música fresca y atractiva comenzó a extenderse como la pólvora. Pero sus conciertos en vivo todavía impactaban más. Esa portentosa guitarra hacía felices a todos los espectadores. Muchos guitarristas ya consagrados suspiraron por sus notas, entre ellos Clapton o Beck. En 1967 apareció su primer álbum ‘Are you experienced?’, consiguiendo en pocas semanas el número dos en las listas británicas, sólo por detrás de The Beatles. Pero le faltaba impulsar el disco en EEUU donde todavía no se conocía. La gran actuación que tuvo el trío en el festival de Monterrey llegó a todos los rincones de su país natal. Ese mismo año publicó su siguiente álbum ‘Axis: bold as love’, un disco que no defraudó en absoluto y que hizo continuar la senda marcada por el primero. Sus sonidos fueron quizá más ásperos y con cercanías al funk, pero Jimi no se detuvo y siguió su búsqueda particular de sonidos, experimentando continuamente, variando y creando sonidos muy innovadores. Porque quizá Hendrix tuvo eso, originalidad. Fue capaz de dar muestras de frescor a una combinación de sonidos dentro del rock de los sesenta. Creó una marca y un sello determinados, muy personales, que lo identificaron al instante y que siguen marcando influencias en todas las generaciones de guitarristas y compositores rockeros.

«Si puedes ordenar tus ideas entonces ven hacia mí»

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Su tercer disco de estudio y último fue ‘Electric Ladyland’, un disco que tuvo problemas desde los primeros días de gestación. Aquí le dio un giro ácido a su música, innovando como no podía ser de otra manera pero aumentando los momentos instrumentales en todas las canciones. Un disco psicodélico cien por cien. Se le acusó de indisciplinado a la hora de grabar. Se relajaba muchísimo y tardaba en demasía en grabar sus canciones. Se pasaba el día elaborando, re-elaborando y modificando lo ya modificado. Su perfeccionismo trastocaba los planes de todos los que le rodeaban. Tuvo que cambiar a sus músicos. Sólo por poner un ejemplo, del tema ‘Gipsy eyes’, la banda grabó 43 versiones diferentes antes de que Hendrix encontrara la que para él era la adecuada. La cantidad de material sin editar fue enorme, debido a la cantidad de modificaciones que él mismo hacía de todos sus temas. Le abandonó Chandler y luego Redding. El último concierto de la banda se celebro en el Royal Albert Hall de Londres en febrero de 1969. Ese concierto se grabó en vídeo pero sigue estando inédito, como tantas y tantas otras cosas. Sus conatos con la justicia ya eran habituales, algunos por posesión de hachís, o de heroína, o por su carrera musical y sus colaboradores anteriores.

Hendrix se presentó al famoso y legendario concierto del festival de Woodstock de 1969 con una formación inédita y aunque abordó el tema político sobre el tema de la guerra de Vietnam haciendo una versión inolvidable del himno norteamericano, se declaró totalmente apolítico. Cuando le preguntaron por su forma poco ortodoxa de interpretar el himno tan sólo contestó que para él no era poco ortodoxa sino una forma hermosa de interpretarlo. El 18 de septiembre de 1970, Jimi Hendrix falleció en Londres. La causa fue la mezcla de somníferos y alcohol. Su propia novia del momento Monika Dannemann le había dejado en su apartamento del Hotel Samarkand la noche anterior después de haber asistido hasta bien entrada la madrugada en una fiesta. Hubo controversias con su muerte, porque años después se supo que en la camilla que le trasladaba al hospital todavía estaba vivo y quiso vomitar pero el camillero le volvió a girar la cabeza con lo cual provocó que se ahogara en su propio vómito. Hay una nueva versión escrita por uno de sus asistentes James Wright, que vino a decir que fue asesinado por su representante Michael Jeffery, haciendo que se tragara todo ese número de pastillas debido a que la intención del artista era despedirlo. Parece ser que el seguro de vida del guitarrista iría íntegramente para él. Jimi fue incluido en ‘el club de los 27’, ese club tan especial de artistas que vieron su muerte con esa edad. Una pérdida para el mundo de la música que se perdió más temas, más éxitos y más experiencias. Lo seguiremos recordando con su música.

Jazz

Publicado: 24 de octubre de 2012 en Música
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“El jazz es como el vino. Cuando es nuevo, es sólo para expertos; pero cuando envejece, todo el mundo lo quiere”

(Steve Lacy)

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El jazz es ambiente nocturno, es sonido peculiar, con personalidad, una variedad de estilos y de caracteres. Una combinación perfecta donde la música se encuentra a sí misma, donde el sonido embarga a todo aquel que lo escucha. Hablar de jazz es hablar de locales, de humo, de luces y de escenario. Porque casi no se entiende el jazz sin el directo, es una música que motiva y que necesita de compañía. Escuchar jazz relaja, anima, entristece, digamos que es una amalgama de sensaciones colocadas de forma aleatoria para que nos sintamos de mil maneras posibles.

Hablar de jazz es hablar de historia, de música en toda su extensión, de un sonido que ha ido evolucionando y que sigue haciéndolo para adentrarse en las mezclas más sublimes e inesperadas. Hablar de jazz es descubrir un mundo musical paralelo que incita a escucharlo más si cabe, a explorar por todas sus sendas y por todas sus rutas, sabiendo que nunca lo escucharemos del todo y conociendo que nos deleitará y sorprenderá siempre. El jazz como estilo musical es famoso en todo el mundo, aunque en algunos países tiene más cabida que en otros. Para todo aquel que ama la música el jazz es un soplo de aire fresco, una puerta a un mundo musical alternativo que abre ojos y mentes. Cuando hablamos de jazz hablamos de improvisación, de imaginación, de espontaneidad musical. Bases melódicas que se desarrollan en su propio territorio para engrandecer los temas.

El jazz es ritmo, es noche, es ambiente y es atmósfera. El tema o cualquier tema puede ir cambiando, combinando, desarrollando infinidad de escalas, la creación es vital, cada cual estimula su propio estilo para darle autenticidad. Para saber bien de jazz hay que entender la música y no todo el mundo es capaz de hacerlo. El conocimiento musical desde dentro es fundamental para conocer los entresijos de este arte. Posee multitud de acordes, de ritmos y de síncopas. Pero para todo aquel que no conoce la música desde dentro puede dar igual porque lo básico es poder sentir esa música.

“El jazz es la música tradicional de la era industrial”

(Paul Whiteman)

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Y cuando hablamos de jazz hablamos de instrumentos, de muchas clases de instrumentos, todos ellos válidos para argumentar, para desarrollar el arte. Podemos imaginar el piano, o la trompeta, el clarinete, la guitarra, el contrabajo, la batería, el saxofón, todos pertenecen al mismo reino, el de los sonidos y el de los ritmos. La percusión es importante, como la melodía y las combinaciones de instrumentos. Cualquier instrumento puede hacer jazz. Pero inmiscuirse en la magia del jazz permite adentrarse en un mundo de emociones diferentes, casi inimaginables.

«El rock es una piscina, el jazz es todo un océano»

(Carlos Santana)

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Su origen puede decirse que está en los últimos años del siglo XIX dentro del panorama musical de Estados Unidos. Pero su extensión se hizo efectiva de manera global a lo largo de todo el siglo XX. Según el alemán Joachim Berendt, el jazz ‘es una forma de arte musical que se originó en los EEUU mediante la confrontación de los negros con la música europea. La instrumentación, melodía y armonía del jazz derivan principalmente de la tradición musical de Occidente’. Y es que el jazz tiene determinados rasgos característicos que destacan por encima de todo el resto: por un lado el ritmo especial que contiene, denominado swing; por otro lado, y muy importante, el componente de improvisación personal y peculiar de cada músico; y para terminar, el sonido y el fraseo que perfilan los músicos que interpretan los temas. Es una combinación perfecta de todos estos rasgos los que hacen que el jazz albergue tesoros en su interior y que pocos sean capaces de encontrarlos.

“En cierto modo, la vida es como el jazz… es mejor cuando improvisas”

(George Gershwin)

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Con el tiempo aquella simple música de baile popular pasó a convertirse en algo más complejo, un arte más reconocido y celebrado en todo el mundo. Algunos la calificaron en su tiempo como el retorno de la música de los salvajes mientras que últimamente se ha visto calificada como un destacado modelo de expresión individual y como excepcional tesoro nacional para los EEEUU. Se ha indicado que el motor del progreso de esta música ha sido la constante innovación, dirigiendo la evolución hacia una rama más tradicionalista. Una combinación perfecta de tradición e innovación. El jazz se ha movido por medio de unos artistas que sólo buscaron el reconocimiento de una pequeña pero selecta audiencia.

El jazz es todo un conjunto de estilos musicales, pero si los quisiéramos analizarlos individualmente sería algo complicado. El jazz tiene muchas utilidades, como música de fondo, para reuniones o cenas, como música de baile o para escucharlo atentamente y aunque siempre se ha dicho que el jazz es un producto de la cultura afroamericana, también es cierto que siempre ha estado abierto a todas las corrientes, influencias y a todas las tradiciones musicales de todo el planeta, esa es una de las razones por las que su poder es enorme.

“Las únicas cosas que Estados Unidos ha dado al mundo son los rascacielos, el jazz y los cocktails”.

(Federico García Lorca)

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“El jazz trata acerca de estar en el momento presente”

(Herbie Hancock)

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The Cure

Publicado: 3 de octubre de 2012 en Música
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Poca gente puede decir que no ha oído alguna vez alguna de sus canciones. Poca gente puede decir que no les gusta alguna de sus canciones. The Cure fueron innovación, originalidad y creatividad. De todas las bandas que aparecieron inmediatamente después del punk rock en los 70, quizá pocas fueron tan duraderas y populares como esta. Su imagen como grupo ha ido asociada irremediablemente por la figura y el brillo de su líder Robert Smith, nacido en abril de 1959. Si algo les hizo peculiares fueron sus emotivas baladas, sus lentas y tristes melodías y el icono Smith por encima de todo. Él supo centrar la atención para darle un toque mágico y teatral, gracias a su aspecto macabro y que inducía a darle un aspecto enigmático por encima de todo.

Comenzaron siendo irregulares, tocaban un pop rabioso y algo nervioso para ir evolucionando lentamente en un proyecto más profundo y consistente. Pueden ser denominados uno de los grupos fundadores del rock gótico, amparados en guitarras y sintetizadores de la época, pero para cuando el movimiento gótico se puso realmente de moda en la década de los 80 se puede decir que ellos ya se habían apartado de ello. Para finales de esa década, su sonido ya estaba totalmente establecido en todo su país, Inglaterra y ya estaba integrado en el mercado norteamericano y europeo. Se convirtieron en un grupo popular por todo el mundo, sin perder nunca su esencia y su forma de realizar música. Hay que recordar que el grupo originalmente se llamó The Easy Cure cuando se formaron allá por el año 1976. El grupo estaba compuesto por Smith, en la voz y la guitarra, Michael Dempsey (bajo), Laurence ‘Lol’ Tolhurst (batería). Tres únicos miembros. Comenzaron por crear un pop oscuro, unas guitarras nerviosas con ambiente literario de fondo gracias a sus letras. Muchos escritores les inspiraron. Y una maqueta del tema ‘Killing an arab’ llegó a manos de Chris Parry de Polydor Records, quien impresionado con la canción y los arreglos finales utilizó para publicarlo en su pequeño sello independiente que acababa de estrenar. Corría el año 1979. The Cure realizó su primera gira por Inglaterra.

Su álbum de debut se tituló ‘Three imaginary boys’, lanzado finalmente en mayo de 1979 y provocando muchas críticas positivas. Varios singles fueron saliendo poco a poco durante los siguientes meses. Fueron teloneros de Siouxsie and the Banshees ese mismo año. Durante esa gira un guitarrista de los Banshees abandonó el grupo y el propio Smith le sustituyó. A finales de ese año Dempsey dejó la banda para ser reemplazado por Simon Gallup cuando ya había comenzado 1980. Justo al mismo tiempo el grupo añadiría un teclista llamado Mathieu Hartley y comenzaron a grabar su segundo álbum ‘Seventeen Seconds’ publicado en la primavera de 1980. Pero con la inclusión del teclista el sonido del grupo cogió una nueva ambientación, más fluida y más variada. Se amplió hacia sonidos más experimentales y las escenas entre sombrías y melancólicas se iban sucediendo. Ese disco incluía un tema que con el paso de los años se convertiría en un emblema del grupo: ‘A forest’. La belleza de ese tema ya vale para todo el disco. Tras la publicación del álbum comenzaron su primera gira mundial. Tras ella Hartley abandonó el grupo.


El grupo decide entonces continuar sin teclista, lanzando en 1981 su tercer álbum ‘Faith’. Y en 1982 publican ‘Pornography’. Tras la gira de este disco Gallup abandona la formación y Tolhurst pasará de la batería a los teclados. Smith gastó casi todo el año 1983 a sus colaboraciones con los Banshees, formando paralelamente una banda con el bajista de dicho grupo que llevaría el nombre de The Glove. A finales del año la banda ya tenía nuevas caras, con Andy Anderson a la batería y Phil Thornalley en el bajo. Fue cuando publicaron el single que más éxito tuvo en toda su carrera: ‘The lovecats’. Y con la nueva formación se publicó en 1984 ‘The top’. En cierta forma era un regreso al disco anterior, con ambientes sombríos. Tras la gira, Anderson fue despedido. Se agregó entonces al batería Boris Williams y al guitarrista Porl Thompson. Gallup regresó al bajo. En 1985 lanzaron su sexto álbum titulado ‘The head on the door’. Este ya tenía una orientación más hacia el pop más clásico, llegando al top ten de las listas británicas y al número 59 en la de EEUU. Era la primera vez que el grupo rompía la barrera de los 100 en aquel país. Varios temas sobresalían en aquel disco: ‘In between days’, ‘Close to me’ y ‘A night like this’.

En 1986, la publicación de un recopilatorio de singles les hizo alcanzar el número 4 en el Reino Unido, pero lo más importante es que estableció a la banda como de culto, sobre todo en Estados Unidos. Allí alcanzó el número 48 y fue disco de oro en un año. Hubo un antes y un después a partir de entonces. De ser una banda seguida por miles de fans pero de manera no tan masiva pasó a ser una banda comercial, y todo lo que tocó a partir de entonces se convirtió en oro. Quizá todo ese éxito acumulado les hizo ser ambiciosos y preparar un gran disco para su siguiente estreno. El álbum ‘Kiss me, kiss me, kiss me’ se publicó en 1987. Era doble y los éxitos de todos los sencillos que aparecieron fueron continuos. Era un disco ecléctico, lleno de matices, de ambientes sonoros, una mezcla que tenía fuerza, seguridad y creatividad. Quizá el álbum más completo de la banda, al menos en cuanto a variedad y originalidad. Supieron combinar las reminiscencias más pop, lo más bailable, lo más pegadizo, con lo más profundo, no dejaron que su esencia se apagara, le dieron otro aire, sabiendo que nada estaba reñido. A partir del final de la gira de ese disco llegaron a un punto muerto. Quizá descanso, quizá reinvención. Se despidió a Tolhurst alegando que las relaciones entre él y el resto de la banda estaban muy dañadas. Éste demandó al grupo pidiendo más dinero por lo que consideraba que su papel era mucho más importante de lo que la banda le indicó. Fue reemplazado por el teclista de Psychedelic Furs Roger O’Donnell y con la nueva formación, dos años más tarde, apareció el álbum ‘Disintegration’ (1989). Quizá aquí ya se demostraba una melancolía mayor, sin embargo fue un rotundo éxito, de hecho lo fue de inmediato, alcanzando el número 3 en el Reino Unido y el 14 en EEUU. Todo sencillo que aparecía era un éxito comercial. ‘Lullaby’ se convirtió en el single de mayor éxito, alcanzando el número 5, pero unos meses después ‘Love song’ alcanzó el número 2 en Estados Unidos. Y como era habitual, tras la gira del disco otro miembro desapareció del grupo, en esta ocasión le tocó a O’Donnell siendo reemplazado por Perry Bamonte.

La nueva formación se puso a grabar pero no fue hasta la primavera de 1992 que apareció el siguiente álbum ‘Wish’. También conoció el éxito al instante, siendo número 1 en las listas británicas y el 2 en EEUU. Se podría decir que todo lo que estrenaran iba a ser un éxito asegurado. Pero la creatividad de todos estos álbumes está fuera de toda duda. Acaso éste último era un poco más introspectivo y profundo que los anteriores, un poco menos comercial, pero no por ello ahuyentó a sus fans, que por esa época era millones alrededor de todo el planeta. El mundo estaba a sus pies. Lógicamente, tras la aparición de un nuevo disco un miembro desaparecía, esta vez fue Thompson. No le sustituyó nadie. La banda se volvió a reorganizar. Cuando se preparaban para grabar el siguiente álbum y en medio de la demanda de Tolhurst, el batería Williams dejó el grupo. Tuvierno que contratar a uno nuevo, Jason Cooper. En 1996 apareció su décimo álbum, ‘Wild Mood Swings’. Esta vez recibieron una recepción algo distinta, puesto que las críticas comenzaron a mostrarse. No pudieron soportar el éxito de Wish y sus ventas disminuyeron. De ahí se pasó al silencio más absoluto. Fueron años de caída hacia la nada, muchos incluso rumorearon acerca de su posible final, pero al llegar la nueva década apareció un nuevo disco titulado ‘Bloodflowers’ (2000). Este sí tuvo una buena acogida y un éxito notable. Comenzaron una nueva gira al año siguiente.

Se calcula que entre el año de su formación, 1976, y el año 2004, el grupo ha vendido la cifra de más de 31 millones de discos en todo el mundo. Son un icono sobre todo de la música ochentera por méritos propios y pertenecen a ese escalafón alto donde sólo unos elegidos pueden llegar. Su influencia en nuevas bandas ha sido constante desde sus inicios. Han inspirado a multitud de músicos y artistas. Tienen en total 13 discos y numerosos recopilatorios y reediciones. En 2001 firmaron con Geffen y hasta 2004 no lanzan su siguiente álbum homónimo, un disco que no fue bien recibido por crítica y público. En 2005 siguen los constantes cambios en la banda. Y en 2008 saldría el disco ‘4:13 Dream’. Quizá el final está siendo un salto al vacío demasiado anunciado pero no por eso dejan de tener historia y popularidad.

The Stone Roses

Publicado: 25 de julio de 2012 en Música
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El sonido Manchester apareció súbitamente pero impactó en todo el mundo. Era la combinación perfecta de guitarras pop estilo 60 con un ritmo bailable de los 80. Un escenario nuevo que significó el resurgimiento de la música pop bailable tanto en el Reino Unido como fuera de él. The Stone Roses fueron un ejemplo de ese estilo y uno de los grupos más característicos de esa década. Fue a principios de los 90 que consiguieron darse a conocer. Primero a nivel local para luego, con el tiempo, extender su fama y su éxito a todo el mundo.

Hay muchos ejemplos de ese sonido y de esa época, algunos de ellos llegan fácilmente a la mente. Grupos como The Charlatans, Happy Mondays o Inspiral Carpets sembraron un nuevo tipo de fans en toda Gran Bretaña, haciendo extensiva su influencia en toda Europa y en EEUU. Pero fueron muchos grupos los que se sumaron a esa época y esa moda. Lo más curioso de The Stone Roses es que consiguieron un éxito tremendo con su primer álbum homónimo, el cual se estrenó en 1989, pero no supieron o no pudieron conservar ese éxito y esa creatividad.

De hecho, tuvieron que pasar más de 5 años para ver publicado su segundo álbum, titulado ‘Second coming’. Ya parecía una muerte anunciada, porque al año y pico de publicar dicho disco, la banda se desintegró como un castillo de naipes. Aquel proyecto que iluminó a una generación se perdió, se evaporó de la noche a la mañana, pero eso no quita para que nos queden sus canciones, sus melodías y su recuerdo. Sus orígenes fueron el grupo ‘English Rose’, una banda creada en Manchester de la mano de John Squire (guitarra) e Ian Brown (voz). Para 1985 ya crearon su propia banda. The Stone Roses añadieron para su proyecto al batería Reni (Alan John Wren), al guitarrista Andy Couzens y al bajista Pete Garner. Sus primeros conciertos fueron en locales y viejos almacenes de la ciudad de Manchester y de sus suburbios.

Para aquel entonces, su sonido era una mezcla de pop británico de los 60, heavy y toques de rock gótico. En 1987, Couzens dejó el grupo, al que le siguió por el mismo camino Garner. A este último le sustituyó Mani (Gary Mounfield) y a partir de ese momento el grupo comienza la grabación de su primer sencillo ‘So young’. Un single que tuvo poca atención por los medios especializados. A finales del 87 lanzaron su segundo single ‘Sally Cinnamon‘, un gancho que sirvió para indicar el camino por donde podrían meter la cabeza en el mundo musical. Fue en otoño de 1988 cuando lograron un contrato con Silvertone y lanzaron ‘Elephant Stone‘, quizá el detonante, quizá el motivo por el que la banda comienza a deambular por el pop psicodélico y por donde se abre el contacto con sus seguidores.

Para esa época los conciertos comienzan a sucederse y a principios de 1989 graban su primer disco que saldría a la luz en mayo de ese mismo año. Para describir ese disco habría que utilizar el sonido más fino de los 60, con ganchos de guitarra muy ajustados, un Squire en plenitud de creatividad, que logró conectar su música con el mundo. Su ritmo mezclado con el acid house de la época adquirió una dimensión inimaginable. Un disco que recibió buenas críticas muy rápidamente. Fueron definidos como los abanderados de una generación espontánea aparecida en Inglaterra, que daba nuevas sensaciones y nuevos bríos. El tercer single del grupo ‘She bangs the drums’ llegó al top 40 de las listas británicas en unos días. Para noviembre de ese año, el single ‘Fool’s gold’ subió hasta el número ocho.

A finales de ese año los conciertos ya eran en las mejores plazas y en los mejores locales del país. Su fama aumentó como la espuma, una fama ganada con mérito y con fuerza, que desparramó el tarro de las esencias y que logró en poco tiempo llegar a todos los rincones del mundo. Ese álbum está catalogado como uno de los mejores discos de la década y como una de los mejores de la historia del pop moderno. No es difícil de imaginar porqué. Es totalmente merecido. El grupo organizó su propio festival en directo en Spike Island, un concierto que atrajo la atención de más de 30 mil personas y que a la postre resultó ser el último concierto de la banda en Inglaterra. Ahí comenzaron los problemas y las discusiones legales con su sello discográfico.

El grupo quería salir del sello y la empresa se negó a ello. De hecho, la compañía los denunció por incumplimiento de contrato y eso provocó que la banda no pudiera publicar ningún disco a partir de ese momento. Todo se convirtió en una batalla legal que duró demasiado tiempo. La banda aprovechó todo ese intervalo de tiempo para preparar y grabar su segundo disco pero de manera secreta. En marzo de 1991 el juicio llegó a su fin y la banda logró la victoria. A partir de ahí firmó un millonario contrato con Geffen Records. Fueron tres años de grabar canciones inéditas, que se quedaron en el tintero, sin publicar, hasta que por fin llegó el esperado segundo álbum y que fue titulado de esa forma ‘Second coming‘. Quizá la expectación era tan grande que las críticas se quedaron a medias, por un lado era un gran disco, pero por el otro no logró apagar las ansias que se tenían de un nuevo disco del grupo. Ese disco sólo estuvo unas semanas en la lista de grandes ventas.

En 1995 la banda planeó realizar una gira mundial pero unos días antes de comenzar Reni abandonó el grupo y la banda se quedó sin batería. Lo reemplazó Robbie Maddix. La banda realizó una gira por Estados Unidos, y a su conclusión Squire tuvo un accidente de moto y se rompió la clavícula. Eso obligó a cancelar su concierto en el 25º Festival de Glastonbury. Una vez recuperado el grupo ya no consiguió relanzar el vuelo, su fama se hundió al igual que el respeto y la gloria adquiridos con anterioridad. El detonante de la escisión llegó cuando en la primavera de 1996 Squire anunció que abandonaba el grupo y que proyectaba el inicio de una nueva banda. Brown comenzó su propia carrera en solitario en 1998 y Mani se unió a Primal Scream como bajista, aunque también colaboró con el grupo Stereophonics.

No se tuvieron noticias del grupo durante más de 15 años. El funeral de la madre de Mani unió nuevamente a los integrantes del grupo en el funeral y se rumoreó con su vuelta a los escenarios. Hubo reuniones, fechas de conciertos, proyectos, una posible grabación de un nuevo disco, pero de momento todo eso son simples rumores, y verlos nuevamente juntos va a ser una cuestión de fe y de paciencia, cuando nadie da por hecho que ese regreso pueda tener un éxito mínimo como para dejar un  buen sabor de boca.

Se podría decir que es un grupo que se ganó la fama y la admiración gracias a un único disco, pero sus melodías beat de la época hicieron un justo triunfo. Se rodearon de culto y de buenas críticas, de muchos seguidores y con el tiempo se les ha dado mucho más valor de lo que en un principio se les concedió. Se les vio en primavera en Barcelona (España) y se les espera de nuevo en el festival de Benicássim (Castellón) este verano, y se podrá valorar su regreso como una buena noticia o no, todo dependerá de sus ganas y de su arte. Pase lo que pase los recordaremos por su frescura y su creatividad. No olvidaremos nunca el arte de Squire en la guitarra y la voz entrecortada de Brown. Una pareja perfecta que quizá no tuvo el camino que todos esperaban pero que dejaron motivos para recordarlos eternamente.

 

Michael Nyman

Publicado: 9 de junio de 2012 en Música
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«La música es sinónimo de libertad,
de tocar lo que quieras y como quieras,
siempre que sea bueno y tenga pasión,
que la música sea el alimento del amor»
(Kurt Cobain)
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Todos podemos opinar sobre lo que nos gusta, sobre lo que no nos gusta, sobre lo que nos emociona, sobre lo que nos motiva, sobre lo que consideramos arte, o no, sobre aquellos momentos que consideramos mágicos por cualquier motivo, sobre lo que nos estimula de una forma extraña, diferente y llena de vida. Todos somos conscientes de que algo nos deslumbra por su belleza, por su creatividad o por su originalidad; y somos conscientes de que cuando algo de todo eso ocurre no es por casualidad, simplemente porque detrás de cada sensación que nos entra por cualquiera de nuestros sentidos y recorre todo nuestro cuerpo hasta acumular tal cantidad de placer, hay un momento inolvidable, una magia especial que decora el ambiente y lo hace distinto, inigualable.
Sabemos identificar esos momentos porque son especiales, destacan de manera natural y llaman nuestra atención fácilmente. Son insuperables, son momentos insuperables. Tan fácil como eso. Y cuando uno de esos instantes está provocado por la obra de un artista no queda más remedio que admirarlo y disfrutar de ello. Y uno de esos ejemplos es Michael Nyman, pianista, musicólogo, crítico musical y compositor británico, nacido en Stratford, Londres, en 1944. Está encasillado en el género ‘minimalista’, aunque a los que amamos la música sin ser más que simple aficionados, eso de minimalista nos suena a nada, y nada no es precisamente el calificativo con el que nos quedaríamos para describir lo que sentimos cuando le escuchamos.
Su familia era de clase obrera y se ganaba la vida fabricando abrigos y prendas de piel. Sus colaboraciones en las películas del director galés Peter Greenaway fueron lo que le convirtieron en un músico famoso. Greenaway, era un personaje que, desde muy joven, deseaba ser pintor y que estuvo muy relacionado con la pintura, aunque después desarrolló un interés especial por el cine europeo y fue admirador de Antonioni, Bergman, Godard o Pasolini, entre otros. Quizá la década de los 80 supuso su mejor época, cuando varios estrenos dejaron a la prensa especializada con un gran sabor de boca y consiguió que un buen número de público descubriera su cine y se declarara fan incondicional de sus historias.
Nyman adquirió la fama mundial a raíz del estreno de la película de Jane Campion ‘The Piano’ en 1993. Pero la lista de bandas sonoras ya eran unas cuantas antes de ese éxito. Para mucho fue un descubrimiento y para otro la consagración. Estudió con el académico Thurston Dart, experto en música barroca en el King’s College de Londres, y siempre tuvo presente la música clásica para inspirarse en sus creaciones, aunque utilizando un estilo particular, muy criticado por sus colegas, pero muy apreciado por el público. Quizá Nyman ha sabido trasladar la esencia de la música clásica hasta los rincones de los hogares de toda esa gente que no acostumbra a escuchar ese tipo de música, haciéndola familiar, de un modo sencillo pero práctico, de una manera original y bella.
No podemos olvidar algunas de las bandas sonoras que compuso al amparo de su amigo Greenaway: ‘El contrato del dibujante’, ‘El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante’, ‘Drowning by numbers’ o ‘Prospero’s books’.

También se introdujo en el cine norteamericano para componer la banda sonora de una gran película como ‘Gattaca’ , para continuar con ‘Ravenous‘ o ‘The end of the affair’. En 2008 compuso la banda sonora para la película-documental ‘Man on wire’. Todas ellas grandes bandas sonoras, como toda su obra, porque es difícil quedarse con una, favoritas tenemos todos, pero una sola es muy complicado de decidir. Porque en cada composición degustamos los detalles sencillos, los acordes armoniosos, su melodía perfecta, sus sonidos inconfundibles. En cada pieza denotamos su firma, de manera clara. Y esa es su mayor virtud, haber conseguido dar un paso al frente en el mundo del cine y demostrar que la música y su creador pueden dar muestras de grandeza más allá de una mirada, de un paisaje, de una lágrima o de un beso.

La música adquiere dimensiones irreales cuando la imaginamos de otra forma, más sublime si cabe, hasta alcanzarla incluso en sueños y saborearla lentamente, con un fino oboe marcando el ritmo, con un violín al fondo acompañando nuestras vidas, cuando la cuerda y el viento se unen y forman un círculo de sombras por las que recorrer nuestro camino. Nyman ha conseguido eso y mucho más y tiene que admirarse por eso, porque aunque haya personas que no lo digieren debe valorarse por lo que ha aportado al mundo del espectáculo, de una forma muy suya, muy particular, sin ruidos, entre tinieblas, sin marcarse un objetivo pero intentando siempre dar un toque de atención y dejando su propio sello personal.

Junto a su banda formada en 1976 (la ‘Michael Nyman Band’) ha formado una combinación casi perfecta que ha deambulado por todo el mundo ofreciendo conciertos de su fantástica música. El minimalismo clásico llevado a la máxima potencia y exprimiendo todos los rincones de la creación hasta dar con lo que podríamos denominar ‘estilo operístico personal’, un sonido que no necesita de amplificación, que se basa en la naturalidad, con un cuarteto de cuerda, tres saxofones, un trombón bajo, un bajo y un piano, formación que ha ido modificando a medida que su evolución o sus necesidades así se lo han sugerido.

La música nos acompaña desde hace muchos años y nos ha brindado maravillosas horas de emoción y sonido, un espectáculo fuera de toda duda que sigue generando devoción a cada escucha y que, simplemente con un tema de la película ‘Carrington’ ya puede merecer la pena haberle conocido y escuchado. No debemos sino envolvernos en las melodías y sumergirnos en su arte, más allá de susceptibilidades y aceptar que lo que es bueno seguirá siendo bueno, pasen años o siglos, y que en las pequeñas cosas encontramos la belleza, eso que tanto anhelamos y que parece escabullirse entre las rendijas de nuestro alrededor.

Yousssou N’Dour

Publicado: 18 de abril de 2012 en Música
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Youssou N’Dour nació en Dakar (Senegal) en octubre de 1959. Cantante y compositor reconocido en todo el mundo. Ya desde sus inicios en los años 70 intentó que la música popular senegalesa consiguiera ser conocida alrededor del mundo. La llamada y conocida música ‘mbalax’. En su país es un icono social y artístico, reconocido por su lucha y su compromiso en asuntos sociales y culturales.

A mediados de los 70 la música ‘mbalax’ comenzó a fusionarse con ritmos de danzas senegalesas tradicionales, junto a instrumentos como el saxofón, las guitarras, las percusiones o cantos religiosos sufíes musulmanes. Todos los músicos jóvenes de aquella generación tenían influencias del jazz y del rock norteamericanos y músicos mundialmente famosos como Jimi Hendrix o James Brown calaron profundamente entre los artistas senegaleses de la época. Dakar se convirtió en una ciudad cosmopolita que a través de trovadores tradicionales intentaba crear su propio estilo. Y dentro de esos trovadores se encontraba Youssou N’Dour, que en 1979 formó su propio grupo musical tras haber actuado en varias bandas anteriormente.

Su compromiso social y político es de sobra conocido, y en 1985 organizó un concierto a favor de la liberación del líder sudafricano Nelson Mandela y en 1988 actuó en la gira mundial de Amnistía Internacional Human Rights Now Tour. También ha colaborado con la ONU y con la UNICEF y participó en el proyecto Joko para instalar internet en Senegal. Hoy en día es muy conocido en el ámbito musical y ha colaborado con artistas de reconocida fama como Peter Gabriel, Sting, Paul Simon o Neneh Cherry.

Tiene su propio estudio de grabación, conocido como ‘Xippi’ y su propia compañía discográfica ‘Jololi’. Ha sido nombrado recientemente ministro de Cultura de Senegal. Es un artista que siempre ha tratado de evolucionar en su música. Si sus orígenes fueron tradicionales se sumergió rápidamente dentro del más puro estilo pop, rozando el rock y estimulando a nuevos artistas africanos a explorar más allá de sus alrededores musicales. Aprendió música de la mano de su madre, y fue ella quien le enseñó a cantar. En 1985 hizo su debú en EEUU, para posteriormente recorrer todo el mundo con su banda y dar a conocer un sonido nuevo y fresco que causó una gran impresión y cautivó a miles de seguidores.

Su lanzamiento verdaderamente profesional a nivel particular sucedió en en 1989 cuando publicó su primer álbumThe Lion’, y a partir de ahí sus éxitos no se detuvieron. Nominaciones a grandes premios, colaboraciones profesionales con grandes estrellas, reconocimiento mundial a un nuevo tipo de música y de sensibilidad.

La lista de álbumes tras ese éxito fue imparable: en 1990 publica ‘Set’, quizá su primera apuesta por el mercado internacional. En ‘Eyes Open (1991) vuelve a introducir nuevos estilos de otros puntos geográficos mundiales para dar más énfasis a su propio sonido. En 1994 publica el que sería un sencillo que alcanzó muchos números uno varias listas musicales junto a la cantante sueca Neneh Cherry. Ese sencillo se titulaba Seven seconds’ y estaba incluido en el álbumGuide’. Su consagración a escala mundial fue un hecho.

Varios discos siguieron a ese éxito pero no supuso un salto cualitativo hasta que publicó en 2002 Nothing’s in vain’, una tendencia de regreso a la acústica más africana y melódica, colaborando varios artistas africanos igualmente conocidos como Salif Keita. Hubo un trance en su carrera que no supo distinguir exactamente si quería dedicar su música al público occidental o al mundo africano. La mezcla no le dejó ser realmente él mismo y decidió evolucionar con ese disco para recorrer sus raíces dentro de nuevos campos de estilos. Y un ejemplo muy claro es el hecho de haber alternado su propio idioma con el francés o con el inglés como algo natural.

Pero con ‘Egipto’ (2004) el cambio se volvió más radical en cuanto a ritmo. Aquí contó con la Orquesta de Fathy Salama para un conjunto de 14 piezas musicales totalmente tradicionales. La esencia era la música tradicional ‘sufí’ y el resultado fue fascinante, una combinación de estilos genuina, realmente preciosa. Esta música daba la impresión de estar fuera del tiempo y del espacio, incluso su voz consigue varios escenarios, entre la alegría y el dolor, entre el llanto y el gemido, la esperanza y la ilusión. Música sagrada llegada del origen hacia el futuro. Es la música de la excelencia, que sirve de puente entre diversas tradiciones culturales islámicas, una belleza de sonido y de letra. Este disco le hizo obtener el Grammy a mejor obra de Música del Mundo.

Sus últimos discos continúan con la senda marcada:Rokku mi rokka’ (2007) es otra obra brillante y muy pulida. Aquí añade más sentido al estilo melódico con el desierto como punto de inspiración. Incluso Neneh Cherry regresó para un tema de rap que se asemeja a un himno implorando al mundo occidental que deje de tomar a Africa como hecho ventajista para verlo como un continente con esperanza y futuro. Con positivismo. Un tema estaba dedicado a los 44 años de independencia de Senegal.

En 2010 publicó ‘I bring what I love , la banda sonora para una película del mismo título dirigida por Elizabeth Chai Vasarhely y que cuenta la vida de N’Dour como hombre y como artista. Un artista que nos ha ofrecido un sinfín de buenos momentos musicales y que le estamos agradecidos por habernos descubierto otro escenario, distinto, pero con la misma lengua que se utiliza en el mundo de la música, la integración de todas las razas y de las personas en un mismo núcleo, el de la belleza y la creatividad. Arte es estado puro.

http://youtu.be/RG8Fi2_1gaE

Tom Waits

Publicado: 14 de marzo de 2012 en Música
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Decía el tenista Boris Becker cuando en una entrevista le preguntaron por su cantante favorito y contestó Tom Waits, que era el músico que cuando lo oyes por primera vez parece que lo conoces de toda la vida. Te suena familiar. Por qué será que algunos recuerdos no se olvidan nunca. Como por ejemplo el día que lo descubrí. Un recopilatorio de composiciones de Kurt Weill contenía un tema interpretado por él. Ahí comenzó mi idilio y mi devoción por este artista.

Thomas Alan Waits nació en California, en la localidad de Pomona, en 1949. ¿Cómo podríamos calificarlo? Es escritor, poeta, artista, pianista, cantantes, compositor, actor. Pero por encima de todo es él mismo. A eso nunca ha claudicado. Tiene una firma especial, personal, imposible de repetir y de copiar. Es único. Es esa clase de artistas que te gustan o no. No tienen seguidores medios. No es posible. O te gusta y lo amas o no te llama la atención. Se puede entender que la primera vez que lo escuches te suene diferente, extraño o raro. Es que es así. Pero no te dejará indiferente.

Sus canciones tienen todos los adjetivos posibles. Desde ténebres, lúgubres, oscuras, radiantes, grandiosas, ásperas. Nos acabaríamos todos ellos con sólo una decena de sus discos. Pero tiene más, muchos más. Su talento es inagotable. Ha sabido transformarse y evolucionar. Ha sabido perderse y encontrarse para perderse de nuevo y encontrarse otra vez. Ha sucumbido a su propio sonido para realzarlo de nuevo, para inventarlo de forma diferente muchísimas veces. Su voz le ha hecho ser diferente. Es una voz peculiar, como alguien dijo una vez, como sumergida en un barril de bourbon. Su voz es su estilo, es su marca. Y la ha sabido utilizar, la ha sabido vender.

El estilo musical que ha creado como marca personal abarca muchos otros estilos, desde el rock, el pop, el blues, el jazz, el soul o el funk. Ha creado un sello y una imagen personal. Pero también musical. Ha creado bandas sonoras y ha actuado en películas. Muchos se decantan por sus baladas con el piano como fiel seguidor. Pero esa primera etapa evolucionó y fue adquiriendo nuevos argumentos para recrearse en sí mismo. Los fieles seguidores han ido aumentando con el paso de los años y de sus discos. Con cada nueva entrega se espera un cambio de sentido, algo nuevo, algo más o menos ya escuchado en otra vida. Su lírica se centra en el ritmo, amante de la percusión y de los sonidos jamás escuchados, sigue investigando acerca de ello y no se detiene.

Sus padres eran maestros de escuela, y cuando el pequeño Thomas tenía diez años se separaron y se quedó al cuidado de su madre y de sus dos hermanas en San Diego. En la década de los 60 y mientras estudiaba se dedicó a trabajar en varios lugares, como por ejemplo en una pizzería que le serviría para escuchar mucha música y empaparse del ambiente del típico local dinner norteamericano que utilizaría para describirlos en diversos temas de algunos de sus primeros álbumes. Fue en esa época cuando comenzó a descubrir la literatura de contemporáneos de la generación ‘beat’ como Burroughs o Kerouac, de los que nunca negaría su influencia a la hora de componer.

A nivel musical uno de sus ídolos fue Bob Dylan pero era gran admirador del blues y del jazz. Sus ambientes pueden ser románticos o sórdidos, teatrales o reales. Un músico de club nocturno hablando para todos. Descubierto por Herb Cohen se trasladó a Los Ángeles para comenzar su carrera profesional. Comenzó en cabarets y en ese ambiente fue precisamente donde se inspiró para crear su primer álbum de debú ‘Closing Time’ (1973). A partir de ahí no se detuvo. En 1974 publicó ‘Heart of saturday night’ y su estilo se divulgó como la espuma. Un disco que ya anunció su éxito fue ‘Nighthawks at the diner’ (1975) donde sus temas personales embriagaron un disco absolutamente cautivador y el ambiente de los clubes se reflejaba entre el alcohol y la nicotina.

Le siguió ‘Small change’ (1976), para muchos críticos uno de sus mejores discos. Momentos nostálgicos llenos de poesía y con sentido del humor un tanto beat. Varios de sus temas fueron adaptados por otros artistas. En 1977 publicó ‘Foreign affairs’ y en 1978 ‘Blue Valentine’, una época marcada por su relación con la cantante Ricky Lee Jones y por su papel en la película ‘La cocina del infierno’ junto a Sylvester Stallone y para la que compuso el tema ‘Meet me in Paradise Alley’.

Con la entrada en la década de los 80 su estilo incorporó nuevos aromas. En 1980 publica ‘Heartattack and vine‘ y sería su último trabajo junto al productor Bones Howe. Ahí surge un nuevo episodio en su vida y que sería muy significativo. Rompe su relación con Ricky Lee Jones y conoce a Kathleen Brennan, con la que se casaría. Brennan era en ese momento colaboradora de Francis Ford Coppola con quien Waits mantendría una bonita amistad. Gracias a su matrimonio con ella nacieron sus tres hijos: Kellesimone, Casey Xavier y Sullivan. Y de su relación con el director de cine nació la obra de la banda sonora de su película ‘Corazonada’ (1982), con el título ‘One from the heart’. Sus participaciones en películas ya fueron asiduas, como en ‘Rebeldes’ y ‘La ley de la calle’, ‘Cotton Club’ y ‘Drácula’.

Su carrera entraría en nuevas fases de experimentos sonoros y ya no abandonaría ese camino. Sin salir del blues penetró en otros mundos más complejos, utilizando su experiencia pero con más percusión y menos piano clásico, utilizando su voz como medio de vehículo entre la melodía y el acabado final. Extrayendo historias urbanas de sus personales vivencias y escribiendo narrativa lírica y poética mezclada con teatro y circo. Acaba reinventándose de otra manera,  a su manera. Publicó ‘Swordfishtrombones’ en 1983 y el ambiente cabaretero ya era evidente. Fue su primera producción en solitario y su sonido ya se sintió como revolucionario. Quizá su inicio en solitario supuso una evolución en su música. Un auténtico estilo personal que ahí se iniciaba.

Quizá su mayor joya se gestó entonces. En 1985 publica ‘Rain Dogs’, los adjetivos a este excelente disco siempre se quedarán cortos. He de confesar que ese fue el primer disco que descubrí del californiano, y tuve suerte porque considero que es el mejor. Me dejó en estado de shock y todavía hoy, tantos años después, es un tesoro escucharlo de vez en cuando. Nunca cansa. Pero ese disco no fue sino el principio de un camino distinto lleno de talento y que no se estancó ahí, dos años después nos descubrió otra obra maestra ‘Franks Wild Year’ (1987) que escribió junto a su esposa y que fue el preludio de ‘Big Time’ (1988) y de ‘Bone Machine’ (1992).

La década de los 90 fue su época de transición donde tuve que reinventarse de nuevo y donde indagó en nuevos sonidos, en nuevas apuestas con las que poder seguir motivado y creando su propio estilo, cada vez más perfilado y sofisticado. Pero su talento no decayó, aunque tuve unos años de silencio reapareció a lo grande. Perfiló una trilogía que todavía siguen siendo admirada por sus fieles seguidores: ‘Mule variations’ (1999), ‘Blood Money‘ (2002) y ‘Alice’ (2002) supusieron un giro inesperado y una nueva introducción musical.

Su última gran apuesta y creación fue ‘Real Gone’ (2004). Aquí sorprendió eliminando los teclados, rodeándose de bajistas y guitarristas, acompañado de la mano de su mujer que ya es habitual en sus composiciones. Pudo ser mejor disco de lo que fue pero fue enorme. Digamos que el disco provoca más que seduce, arriesga en su caída sin colocar red para sentirse más natural, algo que ya sumerge en su forma de componer. A partir de ahí se refugia en ‘Orphans’ (2006) donde presenta tres volúmenes para recopilar momentos, temas inéditos y algunas nuevas versiones. Es un momento de calma, de reflexión. Para acometer su última jugada maestra: ‘Bad as me’ (2011), un disco muy esperado por sus fans tras más de 5 años de silencio. Aquí vuelve a girar la tuerca para engrasar todavía mejor su repertorio. La conclusión es que el mejor Waits continúa activo, perfecto garante de su estilo y de su música. Gracias Tom por regalarnos tantas melodías, tantos sonidos, tantas voces diferentes.

Como dijo Boris Becker seguimos escuchando lo que nos parece haber escuchado desde siempre. Y eso no cambiará nunca. A pesar de que los años no dejen de transitar por la senda de lo eterno. Bienvenidos al mundo Waits, un espectáculo de sonido, de lectura, de historias y de personajes. Un icono de la música moderna que ya lleva tras de sí más de 5 décadas componiendo obras de arte.

Serge Gainsbourg

Publicado: 30 de diciembre de 2011 en Música
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«He venido a decirte que me voy

y tus lágrimas ya nada podrán cambiar»
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Serge Gaisnbourg  se llamaba en realidad Lucien Ginsburg. Nació en París en 1928 y murió también en la capital francesa en 1991. Este genio fue músico, compositor, autor, cantante, actor y director de cine. Sus orígenes eran judíos y rusos. Huyendo de los bolcheviques, en 1919, sus padres Joseph y Oletchka llegaron a París. Su padre era pianista de bar y de cabaret. Su hermano mayor murió a edad temprana y su hermana Jacqueline nació un año antes que él y su hermana melliza Liliane. La infancia la pasó entre barrios populares de París y fue su padre quien le inculcó y quien le enseñó sus primeras conocimientos de música y de pintura. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial se refugió en provincias de interior y se escondió de la SS mientras andaban a la búsqueda de judíos.

Fue un mal estudiante y fue incapaz de acabar sus estudios en el Instituto. Fue entonces cuando decide inscribirse en la Escuela de Bellas Artes. Su deseo era ser pintor. Pero abandona debido al nivel tan alto que le exigen en matemáticas. Y es cuando conoce a la que sería su primera mujer, Elisabeth Levitsky, quien fue clave para que conociera y se introdujera en el mundo de los surrealistas. Con veinte años fue encarcelado por insumisión durante su servicio militar. Será su época de borracheras continuas.

‘Soy monógamo por naturaleza y polígamo por necesidad’ 

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Quizá ya indicaba lo que sería su denominador particular. Fue siempre un compositor provocativo, conocido por devorar alcohol, cigarrillos y mujeres. Rompió barreras, tabúes, intentó salirse de los márgenes en todas sus actuaciones, en todos los ámbitos de su vida, hasta convertirse en una leyenda en Europa, pero donde sólo lo fue de paso por EEUU. Y aunque su primer deseo fue dedicarse a su mayor pasión, la pintura, acabó trabajando como pianista de bar en distintos cabarets parisinos. Y aunque luego sólo quiso hacerse un hueco como compositor y productor acabó siendo intérprete. En 1959 publicó el álbum ‘Nº2’,  pero fueron los siguientes discos ‘L’Etonnant Serge Gainsbourg’ (1961) y ‘Confidentiel’ (1963) los que le ayudaron a ser reconocido internacionalmente.

‘El instrumento que mejor sé tocar es el clítoris’

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En los años sesenta estuvo unido sentimentalmente con la actriz y cantante Brigitte Bardot y en parte se convirtió en su musa. Juntos escenificaron a una pareja ardiente, delirante, llenos de amor y pasión, de erotismo provocativo, realizando duetos musicales, aunque la relación terminó pronto. De hecho, su tema más famoso a nivel mundial ‘Je t’aime…moi non plus’ fue rechazado por Bardot por considerarlo perjudicial para su carrera y para su imagen debido a la grabación de un orgasmo femenino incluido en el tema. Y recurrió a una nueva musa y compañera para la canción en cuestión, Jane Birkin. Un tema con sexo explícito que dio la vuelta al mundo consiguiendo un gran éxito y siendo prohibido en muchos países como España e Italia, donde incluso el Vaticano elaboró un comunicando criticándolo por excesivo. Todo ayudó a convertirlo en número uno en las listas inglesas y que esté considerado ahora como un clásico ‘underground’.

‘La fealdad tiene una ventaja sobre la belleza: dura’

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En 1971 publicó ‘Historie de Melody Nelson’ , quizá su mejor álbum y donde se apreció a un Gainsbourg oscuro, complejo, influenciado por las drogas, las enfermedades, el suicidio y la misantropía. Nunca más alcanzó el éxito que había conseguido anteriormente pero supo mantenerse como una figura importante y controvertida en Europa, criticado a menudo por su conducta escandalosa según algunos. La polémica le acompañó allí por donde pasó. Interpretó ‘Lemon Incest’ junto a su hija, la actriz Charlotte Gainsbourg. En sus primeros trabajos se vio la influencia de Boris Vian y la denominada ‘chanson francesa’ pero siempre quiso explorar otros mundos musicales. Escribió la banda sonora para más de 40 películas.

En 1975 salió al mercado el álbum ‘Rock Around the Bunker’, un disco de rock conceptual pero que llevaba el tema de los nazis en su esencia. Lo manejó con maestría y con mucho humor negro, debido a la experiencia sufrida por él y por su familia. Sus siguientes álbumes mezclaron el pop, la chanson, el reggae (su versión del himno nacional francés le costó más de una amenaza de muerte por parte de veteranos de guerra franceses). Su aspecto de entonces fue conocido como ‘Gainsbarre’, desarreglado, con barba de varios días, fumando cigarrillos, de aspecto sucio y abandonado. Siguió siendo provocador y con gran sentido del humor. Fue la época en que lanzó ‘Love on the Beat’ (1984) y su último álbum de estudio titulado ‘You’re under arrest’ (1987).

Sus últimos años de vida los pasó como habitual de la televisión francesa. Sus canciones ya eran cada vez más excéntricas, con letras muy hirientes e irreverentes. Murió en 1991 tras su quinta crisis cardíaca. Enterrado en el famoso cementerio parisino de Montparnasse, su tumba es una de las más visitadas junto a las de Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Charles Baudelaire. Siempre desbordada de plantas y objetivos diversos, de fotografías, de notas escritas por fans y admiradores, de tiques de metro con algún mensaje escrito, referencias a sus letras, a sus canciones, a su vida.

En 2010 el dibujante y guionista de cómics francés Joann Sfar dirigió ‘Gainsbourg (vida de un héroe)’, película basada en la biografía del polifacético cantante…

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«Comencé a divertirme.

No podía creer que era yo el que se acostaba con sus intérpretes.

Bueno, no con todas»

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‘CES PETITS RIENS’
Más vale pensar en nada que no pensar nada
pensar en nada ya es pensar mucho
no nos acordamos de nada, lo olvidamos todo
y a veces nada, a veces nada es mejor que todo.
Mejor no pensar en nada que pensar en ti
no me sirve, no me sirve de nada
pero aún intentándolo pienso en todo
en esas «nadas» que me venían de ti
Si eran tres nadas, eran tres nadas entre nosotros
lo sé, eso no suma mucho
esos pequeños nadas me llevaron al límite,
esos pequeños nadas que vinieron de ti
Es mejor llorar por nada que reír de todo
porque llorar por un nada, ya es mucho
pero tú no tienes nada en tu corazón y lo admito,
te envidio y te desprecio mucho
Sólo quería esos pequeños nadas que venían de ti,
los quieres, tómalos, qué más quieres ya de mí
yo ya no quiero por nada del mundo, nada más de ti,
porque para ser tuyo hay que estar loco

Silvio Rodríguez

Publicado: 17 de diciembre de 2011 en Música
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‘Lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida’

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Si alguna vez el poeta cantara sería él. Si alguna vez la poesía si hiciera música, sería su música. Si alguna vez quisiste alcanzar el cielo soñando con estrellas, a ritmo de balada, a ritmo de compañía, esta sin duda, sería tu herramienta para conseguirlo. Si alguna vez la soledad se adjudicara tu mundo, la nostalgia se abalanzara sobre ti, descontrolada, tu mejor remedio sería él. Si alguna vez te sintieras angustiado, apenado, desilusionado, tan sólo su voz te alegraría, y si no, al menos, te calmaría. Si alguna vez te sintieras perdido, envuelto en mantos de tristeza y penumbra, apesadumbrado y sin ganas de seguir, tu mejor medicamento sería su música. La utopía se hace hombre, la utopía se hace música.

‘La cobardía es asunto de los hombres, no de los amantes’

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Si nunca lo has probado aún estás a tiempo. Si lo probaste al menos una vez seguramente no has podido olvidarle. La fragancia de sus letras, sus mensajes, sus inquietudes, su valentía y su realismo, y sin olvidar su sarcasmo e ironía, son elementos esenciales de las características de su arte. Porque por encima de todo, es arte. Arte con mayúsculas. Si quisieras huir, dejando atrás lo que tanto te acecha, lo que tanto te presiona, él sería tu vehículo para escapar, sería tu forma de correr, tu forma de pensar, tu forma de hablar y de comunicarte. Poner sonido a hermosos versos no es cosa fácil, y está al alcance de muy pocos. Y cuando ese sonido, esos versos, se convierten en magia, el final es exquisito. Es la excelencia hecha poesía. Hecha arte. Si tuviéramos que calificarlo con una palabra sería ‘belleza‘.

‘Amo a una mujer clara,  que amo y me ama, sin pedir nada, o casi nada, que no es lo mismo pero es igual’

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Si soñaras con otros mundos más utópicos, con otras sociedades más igualitarias, con personas dignas de tal condición, con la justicia como verdadera bandera y con la libertad como auténtica pasión, sin duda deberías acompañarte  de él. Si pretendieses subir hacia el cielo, para tocar las estrellas, para contemplar el mundo desde ahí arriba y suspirar, deberías escucharle, aprender de él. Si alguna vez creyeras que todo es posible, que nada se puede quedar sin alcanzar. Si creyeras en las personas, en su razón de ser, en su verdad y en su bondad, en sus voces y en sus pensamientos, deberías dejarte guiar por él. Si quisieras cruzar un mar sin agua, si desearas andar por caminos sin camino, si pretendieras conocer lo que jamás se ha conocido, deberías leerle de vez en cuando.

‘Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.

Ojalá que la luna pueda salir sin ti.

Ojalá que la tierra no te bese los pasos’

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Silvio Rodríguez Domínguez nació en 1946 en Cuba. Es cantautor, guitarrista, productor, poeta, en definitiva, un artista. Es uno de los exponentes de la ‘Nueva Trova Cubana’ aquella que surgió con la Revolución Cubana junto a Pablo Milanés, Noes Nicola y Vicente Feliú. Su trascendencia internacional es innegable. Su infancia estuvo rodeada por un ambiente sencillo, pobre y campesino. Su padre era un gran aficionado a la poesía a pesar de ser simplemente eso, un campesino, y su madre se dedicaba a las labores del hogar aunque era muy aficionada al canto, algo que pudo influenciar en el pequeño Silvio. Cuando tenía 5 años su familia se trasladó a vivir a La Habana y con 7 años ya comenzó a recibir clases de piano. Pero el divorcio de sus padres provocó el regreso de su madre a su pueblo natal y con ello el de nuestro protagonista. Trabajó en el semanario ‘Mella’ como dibujante de historietas y caricaturas y allí conoció a Lázaro Fundora que le incitó a aprender a tocar la guitarra.

‘Me he dado cuenta de que miento. Siempre he mentido,

siempre he mentido…’

*

‘…He escrito tanta inútil cosa, sin descubrirme,
sin dar conmigo’

***

Desde el principio de la década de los 60 comenzó a escribir sus primeros temas. En 1969, se enroló en el barco pesquero ‘Playa Girón‘, donde navegó durante 5 meses por el Atlántico y las costas africanas. Durante ese tiempo compone 62 canciones, muchas de ellas siguen inéditas. Según sus palabras aquel viaje representó; por un lado, una especie de regresión a lo más primitivo del hombre, el ver la lucha del hombre contra el medio ambiente, algo emotivo. Por otro lado, la conciencia que representaba esa flota pescando por el futuro. Ya confiesa entonces su pánico por las luces y las cámaras. Algo a lo que, según él, todavía no se ha acostumbrado todavía. En 1975 publica su primer álbum titulado ‘Días y flores’ donde aparecen las primeras joyas, como ‘Pequeña serenata diurna‘, ‘Sueño con serpientes‘, ‘Esta canción‘, ‘Yo digo que las estrellas‘. A partir de ahí la carrera de este fantástico autor no se detendrá, publicará un disco tras otro y dejará impresa su huella intacta en ejemplos como ‘Cuando digo futuro‘ (1977), ‘Al final de este viaje‘ (1978), ‘Antología‘ (1978), ‘Mujeres‘ (1978), ‘Rabo de nube‘ (1980), ‘Unicornio‘ (1982).

‘Hay locuras que son poesía, hay locuras de un raro lugar.

Hay locuras sin nombre, sin fecha, sin cura, que no vale la pena curar’

***

En 1984 publicó su ‘Tríptico‘ particular. Tres volúmenes. Tres obras maestras. A los que le siguieron ‘Causas y azares‘ (1986) y ‘Oh, melancolía’ (1988). A partir de la década de los 90, descubrimos a un Silvio más íntimo, más profundo, letras más sombrías, letras que acumulaban pena y desazón. Quizá publica ahí su obra cumbre ‘Silvio‘ (1992) con temas inolvidables como ‘La desilusión‘, ‘Hombre‘, ‘El necio‘, ‘Quien fuera‘ o ‘Juego que me regaló un seis de enero‘. La obra de este magistral poeta y cantante no se ha detenido. Sigue lanzando álbumes, sigue escribiendo, sigue componiendo, sigue dando conciertos por todo el mundo. Sus letras ya son legendarias. Sus canciones se mantienen intactas en la memoria de miles de seguidores, fans que han crecido con sus melodías y sus frases, sus pensamientos y sus inquietudes. La memoria de todos esos que llenan un estadio y entonan canciones inolvidables y que acallan su voz en un concierto, convirtiendo el escenario en un mero atrezzo para la ocasión. Las canciones de Silvio están ahí para compartir sus letras. Para pensar, para recordar, para evocar y para soñar. Muchos somos los que hemos crecido con esos temas y nos hemos sentido de alguna forma acompañados y a salvo muchos días gracias a entonar esas viejas frases que no se olvidan, esos versos que producen risas y lágrimas, pero que no dejan indiferentes y que demuestran una vez más la fuerza de las palabras, la fuerza de una guitarra solitaria y la fuerza de unos sonidos.

‘Los amores cobardes no llegan a amores, ni a historias, se quedan allí’

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‘Todo el mundo tiene su Moncada’

(Con Moncada se refería al cuartel que asaltaron los guerrilleros comandados por Fidel y que significaría el comienzo de la revolución cubana.

Silvio utiliza el Moncada a modo de metáfora. Es una derrota, pero termina con una victoria.

Es como tomar el cielo por asalto. Todos tenemos ese objetivo, que parece inalcanzable y que nos hace seguir luchando)

Las palabras nos harán fuertes, las melodías nos defenderán, las canciones nos ayudarán a vivir, a soportar los males que sufriremos, los versos serán nuestras armas, hasta el amanecer, hasta que no podamos más, serán nuestros guardianes entre la penumbra. La tristeza nos transportará hacia otros mundos, más lejanos, más valiosos, más profundos que el sueño que jamás conseguiremos. La nostalgia nos atrapará en sus redes, para ser mejores, para ser diferentes. La vida nos enseñará que estuvimos equivocados, que no supimos apreciar la belleza de unas palabras. La distancia nos esconderá la verdad. La cercanía nos confundirá con su manipulada y prostituida hipocresía. No estrecharemos todas las manos que merecen la pena, pero sabremos alimentarnos como mínimo para seguir luchando por lo que vale la pena.

‘No hacen falta alas para ser más bellos,

basta el buen sentido del amor inmenso,

no hacen falta alas para alzar el vuelo’

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David Bowie

Publicado: 7 de diciembre de 2011 en Música
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«Me convertí en cantante porque era una divertida

y fácil manera de hacer dinero»

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Describir la carrera de este fenomenal artista es tarea muy complicada. Harían falta muchas páginas y acabaríamos igualmente con la misma conclusión. Es un artista exquisitamente genial. No hay suficientes calificativos para poder hablar de su obra. Su imagen desde el principio fue rompedora, innovadora, creativa, nunca pasó desapercibida. Muchos le apodan el ‘camaelón’ por las distintas caras, imágenes, disfraces, caretas, envolturas que ha podido y que puede llegar a vestir, a maquillar o a inventar. David Bowie se llama realmente David Robert Jones y nació en Inglaterra en enero de 1947. No es un músico al estilo. Es mucho más que eso. Es compositor, cantante, actor, productor, arreglista. Es una figura muy importante de la música popular y su trayectoria dura ya varias décadas. Siempre se le ha considerado un innovador, se ha sabido adaptar al paso de los años, de sus años, sabiendo introducirse por una infinidad de estilos musicales, extrayendo lo mejor de cada época, aderezándolo todo con su peculiar estilo.

Lanzó su primer álbum ‘David Bowie‘ en 1967, pero consiguió éxito con el single ‘Space Oddity‘ en 1969 que le llevó al top 5 de la lista británica de sencillos. Fue el mismo título de su  segundo álbum. Y después vinieron tres obras maestras seguidas; ‘The man who sold the world’ (1970), ‘Hunky Dory‘ (1971) y ‘Ziggy Stardust’ (1972). Con este último largo se extrajo lo que sería otra gran éxito de ventas y de crítica, ‘Starman‘. Por aquel entonces su imagen ya se volvió totalmente glam, influenciado por la época de los principios de  los 70 y evidenció su gusto por dar vida a otros álter egos propios y muy particulares. Para algunos críticos, Bowie trato de retar al núcleo duro de la música rock del momento y fue capaz de crear el personaje más importante de la cultura pop de los setenta. Pero la imagen de Ziggy fue tan corta como lo fueron todos sus personajes. Se volvió a reinventar, se volvió a innovar, se volvió a presentar de forma diferente.

Luego vendrían por este orden, ‘Aladdin Sane‘ (1973), ‘Pin ups’ (1973), ‘Diamond dogs‘ (1974) y con ‘Young Americans‘ (1975) y su sencillo ‘Fame‘ co-escrito con John Lennon, conseguiría introducirse con éxito en el mercado norteamericano. De ese disco se dijo que era el descubrimiento de la música soul hecha por un blanco. Se le denominó ‘plastic soul’. Y era otra evidencia de su fantástica facilidad para ir cambiando de ámbito y de estilo musical. Luego vendría ‘Station to Station‘ (1976) y el que rompería de nuevo moldes, llevando a la confusión a todos sus seguidores y a toda la crítica en general, ‘Low’ (1977), un disco oscuro, minimalista,  y que representó la primera de las tres colaboraciones con Brian Eno, discos todos que entrarían en el top 5 de álbumes de las listas británica.  ‘Heroes‘ (1977) fu un rotundo éxito y la lista de singles que dieron la vuelta al mundo continuaron con títulos como ‘Ashes to ashes‘ de su álbum ‘Scary Monsters‘ (1980).

Sus comienzos en la década de los 80 volvió a ser otra prueba más de su adaptación a los nuevos tiempos. El disco ‘Let’s dance‘ (1983) era buena prueba de ellos. De ahí salieron varios singles de éxito rotundo como ‘China girl’ o ‘Modern love‘. Dejaba patente que no se conformaba con un estilo definido y depurado. No se detenía en el éxito de un sonido. Seguía indagando, seguía disfrutando de las nuevas opciones que el mundo de la música iba interpretando con el paso de los años. Inquieto por naturaleza, la creación ha sido su droga favorita. El arte conceptual propio no descansaba. Colaboró con ‘Queen’ para lo que se convirtió en un gran éxito comercial, el single ‘Under pressure’. Pero sus experimentos seguían latentes en discos como ‘Tonight’ (1984). A partir de ahí, tuvo una breve ausencia musical para dedicarse más a otro temas que también le atrajeron, como ser actor. Su primer papel fue en 1976 al dar vida al colorido extraterrestre en la película ‘El hombre que cayó a la tierra‘, y a partir de los ochenta protagonizó distintas cintas como ‘El ansia’ (1983), ‘Furyo’ (1983), ‘Labyrinth’ (1986), ‘La última tentación de Cristo’ (1988) o ‘Basquita’ (1996).

Su influencia en la industria pop es un hecho incuestionable. En una encuesta que se hizo en 2002 en la cadena británica BBC sobre los 100 personajes británicos más importantes, se colocó en el número 29. Ha vendido más de 100 millones de discos a lo largo de toda su carrera. Ha ganado innumerables premios musicales. En 2004, la revista Rolling Stone le colocó en el puesto número 39 de su lista de los 100 artistas de rock más importantes de todos los tiempos y en el número 23 de la lista de mejores cantantes de todos los tiempos. Aquella reputación de niño superdotado que recibió de una escuela de Londres se unió con la de rebelde y peleón. Aquella voz que consideraron apta para un coro de escuela se unió a sus habilidades para tocar diferentes instrumentos. Sus primeros contactos con la música disco fueron aquellos vinilos que su padre trajo un día a su casa y fueron los que le decidieron a dedicarse a ello. Su afición por coleccionar discos e instrumentos aumentó. Aquel joven que estudió arte, música, diseño, trazado y composición tipográfica no dejó de inquietarse por lo que su hermanastro le mostró, aquel mundo de jazz moderno, aquellos artistas como Mingus y Coltrane. Aquel accidente con un compañero de colegio, cuando le propinó un puñetazo en el ojo izquierdo, que le causaron serios daños y cuatro meses de estancia en un hospital, provocó una percepción de la pronfundidad defectuosa y una pupila dilatada permanente, que le dieron el aspecto de tener dos ojos de distinto color. Aquel mismo amigo que luego diseñaría las portadas de los primeros discos del joven Bowie.

«Siempre he hecho lo que he querido»
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Nuevas colaboraciones con varios artistas presenciaron el éxito de un single que dio la vuelta al mundo. Junto al guitarrista y otro genio musical, Pat Metheny grabó ‘This is not America’ (1986) para la banda sonora de la película ‘The falcon and the snowman’. Y cuando llegó la década de los 90 nos deleitó con otra sorpresa. Se adentró en un nuevo mundo experimental, descubriendo lo que podía darle la electrónica. ‘Outside’ (1995), grabado junto a Brian Eno, tuvo una idea original de ser una primera narración no lineal sobre arte y asesinatos. Ese álbum tuvo éxito tanto en EEUU como en el Reino Unido y varios de sus sencillos entraron en la lista top 40 de singles británicos. Desde entonces ha seguido trabajando de forma regular en diferentes campos artísticos, colaborando con artistas, diseñando nuevas concepciones musicales. No cabe duda de que su legado es extenso y que ha servido de influencia para muchísimos artistas y bandas. Personajes de este calado son necesarios para ver de lo que es capaz de crear un solo individuo. Un personaje que sigue en activo y que seguirá siendo historia dentro de la industria musical y del arte contemporáneo tanto del siglo XX como del XXI. Permanecerá en la memoria de muchas generaciones puesto que ha convivido junto a ellas y ha sabido combinar su estilo, su creatividad y su genialidad para hacernos disfrutar de todo su esplendor.

Fabrizio De André

Publicado: 9 de noviembre de 2011 en Música
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FABRIZIO DE ANDRÉ (1940-1999) fue uno de los más conocidos e importantes cantautores dentro de la historia musical italiana. Fue seguido por una generación que se inspiró con sus letras y sus historias, generalmente dedicadas a los marginados, a los rebeldes y a los desheredados. Muchas de sus letras son incluso estudiadas como expresión de la poesía italiana del siglo XX.

Se le conocía con el sobrenombre de ‘Faber’ gracias a un amigo de la infancia (Paolo Villaggio). Tuvo una gran creatividad y en sus 40 años de carrera y actividad musical produjo 15 álbumes, aunque la cifra de discos no es considerada como un gran número sí se reconoce la gran atención que prestaba a la creación de todas sus obras. Sus primeros discos se publicaron a principios de los sesenta cuando comenzó a presentarse como un cantautor culto, que sabía mezclar lo mejor de la tradición y las atmósferas de los mejores cantautores franceses, extrajo lo mejor de las canciones regionales italianas dándoles un aroma internacional, utilizando un lenguaje simple pero poético, un rasgo característico de su obra y de su personalidad. Su toque se considera inconfundible.

Sus inspiraciones fueron Bob Dylan y Leonard Cohen. Durante los años 1968 y 1973 fue el período más productivo para el autor, fue su época dorada, trabajó en muchos discos y muchos de ellos fueron considerados pilares fundamentales de la cultura italiana. Sus primeros trabajos fueron ‘Tutto Fabrizio De André» y «Volume I«, a los que le siguieron ‘Tutti morimmo a stento’ (1968) en el que se incluían historias de drogadictos, de locos, de reyes tristes y de niños mirando un mundo en guerra. Su mirada de autor siempre era profunda, tajante, directa y tremendamente humana.

En 1970 publicó ‘La buena novella‘, disco que coincidió en un momento de protesta estudiantil generalizada y combativa, fue un disco que utilizó la vida de Jesús para compararla con la vida política del momento. El disco triunfó por su tremenda fuerza profética, poética y humanista y que el tiempo ha ido aumentando. Ya en 1973 publicó ‘Storia di un impiegato’ donde se inspiró en el Mayo francés y la revolución juvenil de 1968. Este fue uno de sus discos más intensos, más discutidos, más comentados y criticados del autor. En él se abren interrogantes al respecto del poder, de la violencia, del sistema judicial y de la sociedad de su tiempo.

«Per quanto voi vi credete assolti, siete per sempre coinvolti»

***

«Aunque os creáis absueltos, estáis para siempre involucrados»

(Esta célebre frase sigue utilizándose por la juventud italiana en días de manifestaciones y de proclamas contra la clase política)

Y a partir de ahí comienza una época de colaboración musical con varios artistas entre los que figuran Massimo Bubola  y Francesco De Gregori con quienes trabajará en sus siguientes trabajos. Pero con la publicación en 1984 de ‘Crêuza de mâ’ se percibe un gran trabajo de investigación tanto a nivel musical como lingüística, donde predomina el idioma genovés. Constituye una gran galería de personajes y paisajes, una visión muy mediterránea con sonoridades turcas y griegas.

En 1990 aparece ‘Le nuvole‘, que fue la suma de varias colaboraciones de los últimos años de su trabajo. El disco, considerado ecléctico, se dividió en dos partes:  la primera parte estaba dedicada al poder, escrita en italiano; mientras que la segunda parte encarnaba a la voz del pueblo y estaba escrita en dialecto genovés y en sardo (dialecto que conocía por haber vivido muchos años en Cerdeña y haber sufrido allí un secuestro de varios meses junto a su esposa Dori Ghezzi en 1979).

El último disco del autor se publicó en 1996 y llevó el título de ‘Anima salve’. Fue un disco complejo, donde mezcló influencias rítmicas sudamericanas con sonoridades gitanas y de grandes temas de la tradición regional italiana. Quizá se puede considerar su trabajo más intenso y completo, tanto por sus temáticas como por sus sonoridades, decorado por el número de músicos e instrumentos utilizados.

En 1998 le diagnosticaron cáncer de pulmón. Interrumpió su gira y en unos meses murió en hospital de Milán donde había sido internado. Su funeral se celebró en Génova donde asistieron más de 10 mil personas, entre los que se encontraban amigos, admiradores, personajes de la cultura y de la política y muchos ejemplos sociales a los que había descrito en su obra como prostitutas, marginados y perdedores.

Un auténtico lujo descubrir a todo un personaje de la cultura y de la música italianas. Para todos aquellos que lo han disfrutado un recuerdo que no viene mal para seguir escuchando sus canciones y sus textos. Para los que todavía no han llegado a conocerle una gran oportunidad de adentrarse en un mundo de creación, de mensaje social, de lucha por la auténtica voz del pueblo y un canto a la libertad en todo su contexto humano y social.

 

 La Guerra Di Piero 

***

Dormi sepolto in un campo di grano
non è la rosa non è il tulipano
che ti fan veglia dall’ombra dei fossi
ma son mille papaveri rossi

lungo le sponde del mio torrente
voglio che scendano i lucci argentati
non più i cadaveri dei soldati
portati in braccio dalla corrente

così dicevi ed era inverno
e come gli altri verso l’inferno
te ne vai triste come chi deve
il vento ti sputa in faccia la neve

fermati Piero, fermati adesso
lascia che il vento ti passi un po’ addosso
dei morti in battaglia ti porti la voce
chi diede la vita ebbe in cambio una croce

ma tu non lo udisti e il tempo passava
con le stagioni a passo di giava
ed arrivasti a varcar la frontiera
in un bel giorno di primavera

e mentre marciavi con l’anima in spalle
vedesti un uomo in fondo alla valle
che aveva il tuo stesso identico umore
ma la divisa di un altro colore

sparagli Piero, sparagli ora
e dopo un colpo sparagli ancora
fino a che tu non lo vedrai esangue
cadere in terra a coprire il suo sangue

e se gli sparo in fronte o nel cuore
soltanto il tempo avrà per morire
ma il tempo a me resterà per vedere
vedere gli occhi di un uomo che muore

e mentre gli usi questa premura
quello si volta, ti vede e ha paura
ed imbraccia l’artiglieria
non ti ricambia la cortesia

cadesti in terra senza un lamento
e ti accorgesti in un solo momento
che il tempo non ti sarebbe bastato
a chiedere perdono per ogni peccato

cadesti interra senza un lamento
e ti accorgesti in un solo momento
che la tua vita finiva quel giorno
e non ci sarebbe stato un ritorno

Ninetta mia crepare di maggio
ci vuole tanto troppo coraggio
Ninetta bella dritto all’inferno
avrei preferito andarci in inverno

e mentre il grano ti stava a sentire
dentro alle mani stringevi un fucile
dentro alla bocca stringevi parole
troppo gelate per sciogliersi al sole

dormi sepolto in un campo di grano
non è la rosa non è il tulipano
che ti fan veglia dall’ombra dei fossi
ma sono mille papaveri rossi.

***

Radiohead

Publicado: 22 de octubre de 2011 en Música
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radiohead1

«Es muy fácil ser miserable.

Ser feliz es complicado pero más entretenido» 

(Thom Yorke)

***

Una de las bandas más creativas, potentes, influyentes y vanguardistas de la esfera musical mundial. Radiohead ha representado (desde su creación a principios de los años noventa) y representa la música alternativa desde la entraña más profunda. A caballo entre la electrónica más brillante, el pop más sintetizado, el rock más elástico y estético, entre ritmos sosegados, guitarras brillantes, a menudo solitarias, y a menudo como meras acompañantes, el mundo creado por la banda ha servido para que millones de fans se contagien de su magia y  de su carisma. Radiohead como grupo se cuajó en la ciudad inglesa de Abingdom en 1985. Sus componente eran Thom Yorke (voz, guitarra y piano), Jonny Greenwood (guitarras y teclados), Ed O’Brien (guitarras y segunda voz), Colin Greenwood (bajo y sintetizadores) y Phil Selway (batería y percusión). Su debú fue un primer sencillo lanzado al mercado y que no tuvo una gran acogida al principio pero que, con el paso de los meses, llegó a convertirse en un éxito mundial.  Aquella canción se titulaba ‘Creep’ (1992) y estaba dentro de su primer álbum titulado ‘Pablo Honey‘ (1993). Ese disco les catapultó a la fama y les hizo construir una popularidad que ya no abandonarían. Incluso fue a más tras su segundo álbum ‘The Bends‘ (1995) y el tercero ‘OK Computer‘ (1997), éste último aclamado por la mayoría como un disco histórico de la década de los 90.

«Si fuiste rechazado muchas veces en tu vida,

entonces otro rechazo más no va a marcar una gran diferencia.

Si eres rechazado, no asumas automáticamente tu culpa.

La otra persona pudo haber tenido varias razones para no hacer lo que le estás pidiendo:

quizá ninguna tenga relación contigo»

(Thom Yorke)

***

Se puede decir que a partir de ese tercer disco la carrera del grupo toma una nueva dimensión, una evolución electrónica algo más que experimental, unida a un post-punk de lujo e influencias de jazz. Son los momentos para descubrir ‘Kid A‘ (2000) y ‘Amnesiac‘ (2001). El primero significó un gran éxito comercial llegando a ser disco de platino en una semana en el Reino Unido y fue el primer álbum en ser número uno en EEUU. Su éxito pudo deberse a una gran campaña mediática que se hizo por Internet o el éxito cosechado con el tercer álbum. Abandonaron las tres guitarras para aumentar la cantidad de teclados, instrumentos de cuerda y de metal. Un trabajo más intimista, más minimalista si cabe que los otros anteriores. Está considerado como uno de los álbumes más desafiantes dentro de la música pop.

De todas formas, este álbum hizo que algunos seguidores se alejaran del grupo al igual que a algunos de sus críticos. Fue elegido, no obstante, el mejor álbum de la década de 2000 por varias revistas especializadas. ‘Amnesiac’ se consideró más un disco de caras ‘B’ y como un trabajó de menor calidad. Sus cifras de ventas no desestimaron para nada las del anterior.

Su fichaje con la multinacional EMI trajo consigo la grabación de ‘Hail to the thief’ (2003), que se centró en el rock como base, más tradicional, pero con una agresividad mayor en sus letras debido, según el propio Yorke, a los acontecimientos de la época pero sin sentido político. Este álbum ya debutó como número uno en el Reino Unido y como número 3 en EEUU. Sólo en su primera semana en el mercado había vendido más copias que cualquier otro disco de la banda.

El séptimo álbum del grupo ‘In Rainbows’ (2007) se lanzó originalmente en formato digital invitando a los interesados a que pagaran lo que creyeran conveniente. Una auténtica revolución musical y publicitaria, un invento innovador ante la delicada situación de las descargas musicales que ya se anticipaba como asunto global. Más tarde, se publicó en formato CD y se puso como número uno en EEUU. En este trabajo se incorporaron diversos estilos e instrumentos, dejando el sentido electrónico como complemento y no como base, utilizando arreglos de cuerda, pianos, percusiones. Las críticas de prensa y seguidores fue unánime, recibió muchos premios, incluido el premio Grammy al mejor álbum de música alternativa.

«Sumerge tu alma en amor»

(Thom Yorke)

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Este mismo año 2011 han lanzado su último álbum hasta la fecha. Su título ‘The king of limbs‘. Degustar a esta banda es saborear los recursos de la música moderna. Los sonidos emergentes mezclados con aromas pop, brillos de rock, angustias sonoras, electrónica aumentada en tonos volátiles, descubrimientos continuos que te envuelven, que te hacen sentir deseos de escuchar una y otra vez todos sus canciones de nuevo. No hay una mejor o una peor, seguramente cada seguidor, cada aficionado a Radiohead nombraría un título diferente si se le preguntara por su favorito. Todo su sonido es auténtico, natural, original. No permite nada al sucedáneo. Nada es copia de su propia copia. Sus argumentos musicales escalan la más alta cota de ambición y de reto. Nos encontramos con uno de esos grupos que con el tiempo será considerado como uno de los mejores ejemplos de música moderna de finales de siglo XX  y comienzos del XXI. Como muestra de su amplio abanico de posibilidades retomamos como ejemplo uno de sus numeroso éxitos. Para degustar, para no dejar de escuchar. Siempre grandes, siempre eternos…

Neil Young

Publicado: 14 de septiembre de 2011 en Música
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«Algo, de repente, viene y tienes que saltar y hacerlo.

No te puedes detener hasta que lo haces»

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Neil Percival Young nació en Toronto (Canadá) en 1945. Músico y compositor. Calificar a este enorme músico se hace con los años cada vez más difícil. Alternando guitarras eléctricas y acústicas y un sonido ya propio, muy distorsionado, y su inseparable guitarra Gibson Les Paul (modificada), nos encontramos con unos de los grandes compositores que ha dado el rock en su historia. La sensación cuando lo conoces es tremenda pero con el paso de los años te das cuenta que quizá lo que habías pensado y sentido con su música era poco con lo que estás sintiendo en ese momento y si siguen pasando los años la sensación aumenta hasta un punto que se hace imprescindible y que escucharlo una y mil veces rellenan tus emociones hasta un punto formidable.

Por todo ello tengo que reconocer que cuando lo descubrí hace muchos años no le presté demasiada atención. Me gustó, eso sí, pero no lo seguí lo suficiente. Al cabo de unos años lo redescubrí y me dí cuenta de lo equivocado que estaba o lo poco abierto a dejar sentir que estaba a dejar paso a todas esas sensaciones. Ahora ya no deja de sorprenderme a diario y más viendo como el paso de sus años sólo han servido para hacerle todavía más grande. Amante de todos los estilos, ya sea jazz, blues, rock, swing, folk y pop, su obra destaca y es más conocida por el rock acústico con tendencias folk-rock y una enorme carga eléctrica en todas sus canciones. Desde sus inicios hasta hoy ha ido desarrollando una carrera espectacular, agregando nuevos sonidos, intercambiando los originales con los nuevos, adoptando nuevos elementos como el country y el grunge. Su influencia en bandas como Nirvana o Pearl Jam así lo atestiguan. Incluso se le llegó a denominar como ‘El Padrino del Grunge’.

Gran defensor de las causas ambientales y de los pequeños granjeros, ha colaborado en la creación de multitud de conciertos benéficos. Activista político, no ha tenido pudor a la hora de criticar a las administraciones norteamericanas en su lucha por un mundo más justo. La discografía de este monstruo de la música rock es extensa y se haría difícil calificarla. Ordenarla también y seleccionarla se haría enormemente complicado. Se pueden destacar álbumes que por su calidad y éxito han marcado tendencias, como por ejemplo: ‘Everybody knows this is nowhere’ (1969), ‘After the gold rush‘ (1970), ‘Harvest’ (1972), ‘Tonight is the night‘ (1975), todos ellos enclavados en su primera etapa.

Tras sus primeros pasos, Young comienza una nueva etapa un tanto alejada en sonido de sus primeros álbumes, dando paso a ‘Rust never sleeps‘ (1979), ‘Freedom‘ (1989), ‘Ragged glory‘ (1990), ‘Sleeps with angels‘ (1994). La última etapa del artista comienza con la década del 2000 hasta nuestros días con álbumes más personales, tocando la fibra del conflicto político, ambiental y personal. ‘Greendale‘ (2003), ‘Prairie wind‘ (2005), ‘Chrome dreams II‘ (2007) y ‘Fork in the road‘ (2009) son buenos ejemplos de ello.

Tras su paso por varias bandas, desde 1965 comienza su carrera como artista en solitario. Se traslada a Los Angeles en 1966 donde reconoció que estuvo ilegalmente hasta 1970. Junto a su amigo canadiense  Palmer, Stills, Furay y Martin fundaría el grupo ‘Buffalo Spirngfield’. Aquí se unió el folk, el country, la psicodelia y el rock, convirtiendo al grupo en un éxito de crítica desde su primer trabajo. En 1968 el grupo se disolvió y firmó con Reprise Records, compartiendo representante con Joni Mitchell. En 1970 reclutó a tres músicos; Whittem (guitarra), Talbot (bajo) y Molina (batería) para crear un grupo conocido como ‘Crazy Horse’. Alternó este grupo con sus colaboraciones en el super grupo ‘Crosby, Still, Nash & Young’, mientras al mismo tiempo seguía con su carrera en solitario. De hecho, coincidió entonces con el estreno de ‘After the gold rush’ que le sirvió para conseguir un gran éxito comercial. El álbum ‘Harvest’ le valió obtener el primer número uno de su historia con ‘Heart of gold’.

Las muertes por sobredosis de Whitten y Berry le dejaron muy tocado y fueron la causa de la grabación de ‘Tonight’s the night’, considerado hoy una de sus joyas más sólidas. Más adelante, volvió a reformar ‘Crazy Horse’ para grabar ‘Zuma‘ (1975). Tras unos años en trance debido a una crisis artística y personal, no fue hasta el sencillo ‘Rockin’ in the free world’ dentro de su álbum ‘Freedom’ cuando se vuelve a encumbrar su figura, consiguiendo el número 2 en EEUU, coincidiendo que sus letras iban adquiriendo un marcado estilo de conciencia social y política. Su álbum ‘Rust never sleeps‘ fue la base de influencia para muchos grupos ‘grunge’ futuros.

Ya en 1990 retoma su labor junto a su grupo y graba ‘Ragged glory‘ con aumento de su sonido distorsionado. ‘Sonic Youth’ serían teloneros. Hoy, a pesar de la edad que acumula su material no deja de publicarse año tras año, centrándose cada día más en su activismo político que le llevó a grabar ‘Living with war’ (2006), demostrando su rechazo a la política de la administración de George W. Bush, en referencia a la guerra de Iraq. También condiciona su trabajo a la causa medioambiental grabando ‘Greendale‘. El reconocimiento a este gran artista es un hecho, un músico que sigue sorprendiendo por su actividad y su capacidad de creación. Los que le seguimos desde hace muchos años no dejamos de seguir disfrutando de su música, ya sea la inicial, la media o la final. Con el transcurso de los años hemos sabido degustar todos los conceptos, todos los estilos y todas sus trayectorias. En todos los momentos, Young forma parte de nosotros y de nuestra vida musical. ¡Que dure muchos años!

The Smiths

Publicado: 26 de julio de 2011 en Música
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 “Esta noche dormirás con tus triunfos y encantos, pero ella la pasará en los brazos de otro”

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Como en todas las casualidades de esta vida, descubrir a esta banda fue para mí como encontrar un tesoro en medio del Océano. Aún recuerdo cuando compré aquel vinilo con esa portada que me llamó la atención y que con solo una par de escuchas en la tienda me dejó sorprendido. La imagen de un soldado con el casco escrito con la frase del título del álbum me impactó. Pero lo que realmente me impactó fue su música primero,  su letra a continuación y la voz de su cantante por último. No sabía nada de ellos, ni quiénes eran, ni de dónde venían. En aquella época sin Internet, cuando algo te interesaba tenías que ponerte las pilas y buscar toda la información como pudieras, con resultados francamente deprimentes. Pero aquel día en parte cambió mi vida y supuso el inicio de una relación con un grupo que me ha acompañado hasta el día de hoy. Y es ahora cuando creo que se merecen un gran homenaje por mi parte. Aquel álbum del que hablo se titulaba ‘Meat is murder’ (1985).

Dentro de ese disco yo destacaría: ‘Well I Wonder’ http://www.youtube.com/watch?v=Hzr5RwohquY y ‘Nowhere fast’ http://www.youtube.com/watch?v=ObBkZEnXuPI

THE SMITHS fueron realmente la banda de pop de los años 80. Nadie pudo superarles, básicamente porque fueron geniales. Canciones melódicas, no de larga duración pero con una forma extraordinariamente bella y un fondo absolutamente poético, irreverente, nostálgico, anárquico y depresivo. Su alcance fue más allá de las listas de ventas o de éxitos. Steven Patrick Morrissey, nacido en Manchester (1959), escritor y poeta, decide un buen día crear una banda de pop para evitar su posible suicidio (según sus propias palabras). La búsqueda por los barrios de su ciudad natal se detiene cuando conoce a un guitarrista tímido que tras su paso efímero en bandas locales poco conocidas buscaba un vocalista para su futuro grupo. Su nombre:  Johnny Marr (1963). Ambos se unirían para formar el grupo junto al bajista Andy Rourke y el batería Mike Joyce.

Morrissey y Marr  construirían un grupo magnífico, una de las bandas más aclamadas del indie-pop británico de los años 80, de estética entre un rock inspirado en el punk, el rockabilly y el rock. La guitarra de Marr descubrió un nuevo sentido del pop de la época, un pop que poco a poco se había ido consumiendo entre el tecno y el funky de la década. Su debut fue un primer álbum con el mismo nombre que el grupo ‘The Smiths‘ (1984) y ya adivinaba una nueva era, era un sonido muy diferente de la tradicional guitarra de pop británico, canciones pegadizas, de estructura sencilla, muy melódicas y acompañadas todas ellas por una voz innovadora y unas letras poco convencionales. Morrissey trató temas poco comunes como la homosexualidad, el asesinato de niños y el abuso sexual a menores, entre otras muchas. Morrissey tenía un punto de vista personal, muy irónico, muy ingenioso y lo mezclaba con una voz nueva y única en la escena pop hasta entonces conocida.

Podría destacar todas sus canciones pero elegiré dos al azar:

‘This charming man’ http://www.youtube.com/watch?v=kGnjrTkv1gs y ‘Still ill’ (versión en directo) http://www.youtube.com/watch?v=QL7nEs4OONg

Este año se cumplen 25 años de la publicación de su tercer álbum que supuso el estrellato definitivo para el grupo y el cual fue tan aplaudido. Me estoy refiriendo a ‘The Queen is dead’ (1986). 25 años que han pasado muy deprisa pero que, a pesar de eso, sus seguidores siguen recordándolo con entusiasmo. Tal vez porque las joyas que encierra en su interior son demasiado grandes para poder olvidarlas, o tal vez porque se siguen consumiendo con la misma admiración que entonces. Referencia ya clásica y obligada para quien se quiera adentrar en el Universo ‘The Smiths’. Títulos inolvidables como: ‘There is a light that never goes out’ http://www.youtube.com/watch?v=INgXzChwipY ‘Bigmouth strikes again’ http://www.youtube.com/watch?v=0lkvB-S7JMw  y ‘Some girls are bigger than others’ http://www.youtube.com/watch?v=zH18_dZIYOE

Este disco significó un paso adelante, alcanzó nuevas metas musicales y líricas del grupo, manteniendo su empatía y su insumisión. Un Morrissey tremendamente obsesionado por pasar a la historia musical como referente con unas letras demoledoras y grandes frases que nunca olvidaremos.

“Algunas chicas son más grandes que otras” 

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La gran trayectoria acabaría pronto con un cuarto álbum menos valorado por la crítica musical pero siempre amado por sus seguidores; ‘Strangeways, here we come’ (1987). Las malas relaciones entre los dos líderes ya eran evidentes por aquel entonces y este disco significó el ocaso del grupo. De todas formas, fue el álbum mejor producido, cuidadosamente confeccionado, ampliando detalles y sonidos, logrando un gran disco que fue oscurecido por el éxito del anterior.

‘A rush and a push and the land is ours’ http://www.youtube.com/watch?v=UY7BPJeh30M

‘Last night I dreamt that somebody loved me’ http://www.youtube.com/watch?v=t_qPTyy4itI

‘I won’t share you’ http://www.youtube.com/watch?v=w_za7l6Fkjc

Otros álbumes de singles y uno en directo fueron todo lo que se pudo añadir a esta gran obra. Y contrariamente al título de la última canción mencionada, me gustaría compartir todo lo que representó para mí y para buena parte de mi generación este grupo, que nos hizo soñar como nunca, que nos hizo comprender muchas cosas y que nos envolvió de belleza y de melodías muchos años de nuestra vida. A todos aquellos que lo disfrutaron: ¡Bienvenidos de nuevo! ; y para los que nunca supieron de ellos: ¡Adelante, descubrid la belleza!











Pat Metheny

Publicado: 19 de julio de 2011 en Música
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«Escuchar es la clave de todo lo bueno de la música»
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Nunca he entendido porqué muchas veces sucede que algunos genios se quedan entre las cortinas del reconocimiento mundial. Tan sólo con un grupo de fieles seguidores que le adoran y que disfrutan con su arte. Unos elegidos que una vez descubrieron al artista y se quedaron maravillados. Porque el reconocimiento de estos tipos de artistas siempre es insuficiente. Por mucho que vendan y se conozcan nunca lo hacen en la cantidad justa y precisa para encumbrar todo lo que su figura creativa abarca y merece. Todavía recuerdo cómo le conocí. Fue casualmente, como ocurren casi todas las cosas. De eso ya han pasado más de 20 años. Iba de copiloto en el coche de una amiga cuando de pronto puso un cassette… sí, ¡un cassette!…

… y comenzó a sonar su melancólica guitarra. Al principio, no presté mucha atención porque esa música iba más bien de acompañante en aquel coche y nuestra conversación era muy amena como para prestar la debida atención a lo que iba sonando. Pero pasados unos minutos esa música me hizo sentir algo. No sé cómo describirlo, pero es como cuando llegas a un sitio y te parece que ya has estado ahí. Esa música me hizo sentir como que ya la conocía, como si la hubiese escuchado muchas veces antes. Me sonó familiar. Me sonó cercana. Y pude sentir su belleza por encima de todas las cosas. Casualmente llegó a mí y desde entonces no he podido separarme de ella. Le pregunté a mi amiga quién era y me contestó que no recordaba su nombre, que se lo había pasado un amigo de ella y que ahora era lo único que escuchaba. Me dijo que tenía un nombre ‘raro’. Pero a ella le encantó. Y a mí también. Como le encantaría a cualquier persona que lo escuchara por primera vez. Porque decir que esta música no te engancha quiere decir que estás hecho de otra fibra que todavía no se ha diseñado. Aquella canción que sonaba en el radio-cassette del coche era ‘Are you going with me?’ del álbum ‘Offramp’, publicado en 1981 por este gran guitarrista llamado PAT METHENY.

 

Porque hay que señalarlo con letras mayúsculas. Nacido en el estado de Missouri (EEUU) en 1954 rodeado de una familia de músicos, empezó tocando la trompeta cuando tenía 7 años por la influencia de su hermano que la tocaba, pero rápidamente cambió la trompeta por la guitarra cuando sólo tenía 12 años. Y a los 15, ese joven y promiscuo artista ya estaba tocando con los mejores músicos de jazz de Kansas City. La experiencia que adquirió sobre los escenarios fue tremenda. Recibió varias becas y estudió tanto en la Universidad de Miami como en la de Boston, en la que llegó a ser profesor de la Berklee College of Music (una de las más prestigiosas en todo el mundo). Entre sus alumnos más conocidos estuvieron Mike Stern o Al DiMeola. Con tan solo 22 años edita su primer disco instrumental, reinventando junto Jack Pastorius el tradicional sonido de guitarra de jazz. Un año después conocería al que sería su acompañante más fiel y más influyente de toda su vida musical, su nombre es Lyle Mays. Junto a él formaría su grupo ‘Pat Metheny Group’, una sociedad que ha creado obras de arte durante más de 20 años.

«El jazz no es algo que se puede definir a través de instrumentos contundentes.

 Es mucho más poético que todo eso»

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Pat+Metheny+Group

Dotado musicalmente, ha sido un verdadero pionero en el ámbito de la música electrónica, siendo uno de los primeros músicos de jazz en usar el sintetizador como instrumento. Ha participado en la creación de nuevos tipos de guitarras y una variedad de instrumentos personalizados.  Ha ganado inmuerables premios y reconocimientos. Ha ganado 17 Grammy en diferentes categorías, 7 consecutivos con su grupo. Le encanta ir de gira, con una media de 200 conciertos al año desde 1974. Entre sus discos destacaría algunos que creo que son imprescindibles: el citado ‘Offramp’ (1982), ‘Still Life (talking)’ (1987), ‘Letter from home’ (1989), ‘Secret story’ (1992), ‘We live here’ (1995), ‘Imaginary day’ (1997) o ‘Speaking of now’ (2002). Una lista que nunca abandonaríamos a solo unos nombres. Una lista que debe ser revisada para entender su música y que nos enamorará desde la primera nota.

«Creo que tengo una estética en el sonido básico,

que se encuentra en la mayor parte de lo que hago»

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Cuando descubres personajes como Pat Metheny comprendes que hay cosas en tu vida que te acompañarán siempre, estés donde estés, pase lo que pase, seguirán tus huellas allá por donde camines, serán tus nubes y tu sombra y te ayudarán a completar esos grandes huecos de vacío artístico tantas veces habitual. La dulzura de esa guitarra te ayudará a encontrar nuevos pensamientos para poder encarar las dudas del mañana. Su humildad, su sencillez y su naturalidad te desbordan. Tengo que agradecer a ese casualidad que un día me hizo conocerle. Fue un gran descubrimiento y debería serlo para otras muchas personas para que pudieran disfrutar de su música y de su arte. ¡Bienvenidos al planeta Metheny! Disfrutadlo porque merece mucho la pena.

Movimiento ‘grunge’

Publicado: 17 de julio de 2011 en Música
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«Soy un hombre sin vida, pero que ama la música»

(Kurt Cobain) 

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El término ‘grunge’ se dice que tiene su origen en el adjetivo inglés ‘grungy’ (en jerga sería algo así como ‘sucio’). Y se ha considerado a Mark Arm (vocalista del grupo ‘Green River’) como el ideólogo del término y que lo utilizó por primera vez allá por el año 1981 en Seattle (Washington) . Pero no fue hasta la década de los 90 cuando se empezó a utilizar para denominar un estilo musical y social seguido por millones de fans en todo el planeta.

Ese género musical destacó por sí mismo por sus guitarras ruidosas y distorsionadas, una mezcla de punk, post-punk, heavy y pop-rock, unidos todos esos estilos para crear melodías pop-rock  que embriagaron con su sencillez a una generación completa. Su origen musical surgió de la ciudad de Seattle precisamente gracias a diferentes bandas locales y allí nació la llamada ‘Seattle Scene’.

Mucha gente de aquella generación se sintió identificada rápidamente por ese movimiento, principalmente en EEUU, pero rápidamente se extendió por todo el mundo. En las letras de muchas de aquellas canciones se anunciaba el desencanto de una generación perdida tras las consecuencias de los años 80. Fue esa una década ausente de valores, completamente rendida al capital y a la banca, donde el dinero comenzó a ser el poder mediático por excelencia, y donde la apariencia personal y social arrebataron cualquier vestigio de estilo individual más allá del gusto por el gasto y la presuntuosidad. La sociedad estaba repleta de individuos superficiales y faltos de ilusiones. Fueron años de un gran vacío de contenido artístico en todas sus facetas y el conjunto de todas esas causas provocó un estallido de protesta social y musical.

Un objetivo de este movimiento fue romper con el estereotipo ‘ochentero’,  tanto en la forma de vestir como en la forma de actuar frente al mundo y frente a la vida. Se pasó de cuidar esa imagen personal llena de marcas y de exquisitos complementos, en su mayoría utilizados para alardear del dinero del que se disponía, y de venerar la vanalidad en su máxima expresión, junto a la más absoluta superficialidad en las conductas sociales, y una gran ausencia de argumentos sólidos frente a los asuntos vitales y un completo vacío de contenidos mínimamente profundos ante una nueva fase que se abría paso rechazando todo aquello que se denominara estéticamente correcto, cambiando la forma de vestir, utilizando esa ropa vieja, gastada, usada, rota tan característica y esas melenas largas y descuidadas que marcaron tendencia. En definitiva, se convirtió en la antítesis de lo que se promulgaba en la década anterior.

Fue la juventud norteamericana, presa de una desilusión brutal, carente de valores, hijos de una generación de padres separados, faltos de cariño, faltos de futuro, faltos de todo estímulo, los que desencadenaron una pequeña revolución social y musical. La mayoría de aquella juventud nunca se identificó con los parámetros que la sociedad le estaba marcando. No tenían ideales concretos pero reconocieron el culto a la estética y al dinero sus enemigos declarados. Dentro de esa juventud, un icono ascendió por motivos sociales, musicales y, finalmente, dramáticos, hasta la cúspide del movimiento. Me estoy refiriendo a Kurt Cobain. Líder de un grupo llamado ‘Nirvana’, que marcó el inicio de la escena musical de la época debido a su tremendo y veloz éxito. Una canción: ‘Smells like teen spirit’ (1991) se convirtió en el himno de esa generación y ascendió al denominado ‘grunge’ hasta la cima musical mundial.

Junto a Nirvana destacaron otros muchos grupos que surgieron antes y después: los ya citados ‘Green River’, además de ‘Soundgarden’, ‘The Melvins’, ‘Pearl Jam’, ‘Mudhoney’, ‘Alice in Chains’, ‘Screaming Trees’, ‘Hole’, ‘Stone Temple Pilots’ y otros muchos más y que contribuyeron a forjar esa gran revolución musical que seguiría con el denominado ‘postgrunge’.

Han pasado más de 20 años desde el inicio de ese bello movimiento. Han pasado más de 15 años desde la triste desaparición de Kurt Cobain. Es tiempo de recordar. Es tiempo de rememorar. Merece la pena analizar profundamente aquella época desde la distancia que nos permite el paso de los años. Es preciso observar lo que hubo y lo que hay. Comparar actualmente la sociedad en que viven los jóvenes de hoy con aquella sociedad que vivimos otros jóvenes. Es necesario no olvidar de dónde venimos y aprender de los errores. Aunque esto último es muy complicado para el hombre en general. Lo que se quiso destruir en esos años y que provocó el asco entre la juventud de entonces volvió a surgir con más fuerza y ha llevado a una crisis mundial de tamaño incuantificable. Indudablemente, no hemos aprendido nada.

Sin embargo, nos queda la esperanza de que surja otro movimiento como aquél. Una fuerza, que bien podría emanar de la juventud y que anticipara nuevos objetivos para una sociedad consumida por el consumo bestial y carente de valores humanos. Ojalá aparezca pronto un movimiento que nos invada con su atracción, con su mensaje y que nos vuelva a hacer sentir mejores personas, personas merecedoras de estar en este planeta.

Hoy toca ofrecer un merecido homenaje a ese movimiento del que tanto disfrutamos muchos de nosotros y con el que nos identificamos durante buena parte de nuestra juventud. Y para los que se fueron recordarlos como algo todavía vivo que sigue en nuestro recuerdo por todos esos momentos de felicidad compartidos. Nos quedan las canciones y esas no nos abandonarán jamás. Seguiremos disfrutándolas de vez en cuando y con su sonido nos transportaremos a esos momentos mágicos cuando la incertidumbre nos inundaba hasta casi ahogarnos, cuando el camino estaba oscuro y no divisábamos ningún horizonte. Esas canciones nos recordarán cada vez que las escuchemos lo que fuimos un día y lo que sentimos entonces y ahora.