«Ansío verte a la luz de la mañana,
ansío tenerte cerca por la noche,
quédate, dama, quédate,
quédate mientras nos quede algo de noche»
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Bob Dylan es el nombre artístico de Robert Allen Zimmerman. Nació en Duluth, Minnesota (EEUU) en 1941 y todavía hoy sigue cantando y escribiendo canciones. Este compositor de folk y rock es una de las grandes figuras de la música contemporánea, un icono para muchas generaciones, un pedazo de la historia del rock, un símbolo para millones de personas, seguidores, fans y críticos musicales. El nombre de Dylan lo adoptó por la admiración que sentía por el poeta Dylan Thomas. Fue capaz de crear un estilo propio e inconfundible, convirtiéndose rápidamente en la voz de una juventud revolucionaria de su país en la década de los 60. Consiguió, con algunas de sus canciones, revolucionar el panorama pop mundial, y abrió el camino para muchos otros cantautores que se vieron influidos por su obra y por su estilo.
Cuando a mediados de la década de los 60 comenzó a utilizar instrumentos electrónicos para sus temas recibió muchas críticas de todos aquellos que defendían el purismo del folk en todos sus ámbitos. Sus primeros textos estaban profundamente influidos por la situación del mundo en ese momento, tocó temas sociales controvertidos, además de introducirse en temas filosóficos que para él eran de suma importancia y vitales para su existencia. Pudo comprobarse su preocupación y su interés por los libros, por toda clase de libros. Gran aficionado a la historia, a la sociología, filosofía y también a la poesía. Supo adaptar todas sus ideas realizando sus canciones. Expandió y desarrolló su propio sello personal, pero nunca abandonando sus raíces musicales ni su esencia estilística. Todas sus canciones tenían algo de folk, de pop, de blues, de country, de rock and roll, con toques irlandeses, escoceses e ingleses, con esbozos de jazz y de swing.
«El vagabundo que está llamando a tu puerta
tiene puestas las ropas que tú llevaste una vez»
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Y no ha dejado de ser premiado, valorado y reconocido por toda su obra durante todas estas décadas incansables de trabajo. Acapara Grammys, Globos de Oro, Oscars. En 1999 fue incluido en la lista de las cien personas más influyentes del siglo XX elaborada por la revista Time. Hoy en día sería difícil cuantificar su verdadera influencia musical. Fue pionero en varias escuelas diferentes dentro de la música pop. Rompió los estereotipos que decían que un cantante tenía que tener una gran voz y desarrolló cambios musicales mezclando el pop con el rock más folk y el country-rock.
Quizá sus inicios fueron los realmente importantes, los que crearon adicción, influencia y seguimientos masivos, y cuando su popularidad cuajó de forma aplastante. Quizá la calidad de su música fue dando escarceos y la calidad de sus temas fueron también un poco irregulares, pero es evidente que no ha dejado de estar en el candelero durante muchos años por méritos propios. De niño aprendió a tocar la guitarra y la armónica. Mientras estaba en la universidad comenzó a componer canciones populares en pequeños cafés y a finales de 1960 se dio cuenta de que quería ser cantautor. Se mudó a Nueva York en enero de 1961 y comenzó a tocar en cafés. Su primer disco apareció con el título homónimo en 1962 pero fue el siguiente ‘The freewheeling Bob Dylan’ (1963) el que consiguió provocar un gran impacto en EEUU. El tema ‘Blowin’ in the wind’ fue un gran éxito en el verano de 1963. Por esa época tuvo una relación sentimental con la cantante Joan Baez. La rapidez de sus composiciones fueron espectaculares.
«Venid gente , reuníos,
dondequiera que estéis y admitid que las aguas han crecido a vuestro alrededor
y aceptad que pronto estaréis calados hasta los huesos,
si creéis que estáis a tiempo de salvaros
será mejor que comencéis a nadar u os hundiréis
como piedras
porque los tiempos están cambiando…»
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En 1964 apareció ‘The time they are a-changing’. La influencia de la poesía ya era toda una realidad. Autores como Rimbaud y Keats estaban presentes en sus letras. ‘Another side of Bob Dylan’ también se lanzó ese mismo año. Sus desarrollos musicales no se detuvieron ni un instante. Para entonces ya había roto su relación con Baez y comenzó a salir con Sara Lowndes, con quien se casaría más tarde. Para cuando apareció ‘Bringing it all back home’ (1965) ya se descubrió que se estaba alejando del purismo folk. En 1965 su éxito ‘Like a rolling stone’ consiguió el número 2 de la lista de sencillos. A partir de ahí su fama se desató. Miles de artículos por todo el mundo y un montón de cantantes queriendo emularle. El álbum ‘HIghway 61 revisited’ (1965) fue una de sus cimas de su carrera.
En julio de 1966 resultó herido en un accidente de moto sufriendo serias lesiones en las vértebras del cuello y una gran conmoción cerebral. A partir de entonces se convirtió en un recluso en su casa de Woodstock. Encerrado allí comenzó de nuevo a escribir canciones. ‘Blonde on blonde’ (1966), ‘John Wesley Harding’ (1967), ‘Nashville skyline’ (1969), ‘Self portrait’ (1970), ‘New morning’ (1970) fueron sus siguientes trabajos. Y aunque iba desarrollando nuevos estilos dentro del suyo propio no dejó de componer. Sus obras no paraban de salir. ‘Dylan (1973)‘ , ‘Planet waves’ (1974), ‘Blood on the tracks’ (1975) hasta el aclamado ‘Desire’ (1976), el cual estuvo cinco semanas en todo lo alto de las listas. Dentro de ese disco aparecía el tema ‘Hurricane’, una canción protesta escrita específicamente en defensa del boxeador Rubin Carter, encarcelado injustamente por asesinato.
En los ochenta se decantó por un rock&roll más profundo, ganando nuevos adeptos aunque perdiendo a otros. Con el paso de los años las generaciones cambiaban y sus seguidores también. De hecho, su música fue un continuo cambio aunque siempre conservando sus raíces. Quizá con el paso del tiempo Dylan ha encarado su música de otra manera, de una forma más personal y diferente, compartiendo otras aficiones, disfrutando de todo un poco, colaborando con viejos amigos o dedicándose a otras cosas que no había hecho hasta entonces. Su repertorio no se ha detenido, tan sólo ha tenido transcursos e intervalos, paradas obligadas y necesarias, y todavía hoy sigue componiendo con más de setenta años en sus espaldas. La música forma parte de su vida y Dylan forma parte de nuestra vida, de una u otra forma.
«Tan feliz de estar vivo bajo el cielo azul,
en esta nueva mañana,
nueva mañana,
en esta nueva mañana contigo»
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