Ser diferente, ser distinto

Publicado: 15 de julio de 2011 en Artículos
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«La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro

es sólo una ilusión persistente»

(Albert Einstein)

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¿Qué significa ser diferente? ¿Qué significa ser distinto?

Muchas veces leemos diversos consejos para empresas que quieren empezar o desarrollar una expansión, o hacer un cambio en su estrategia, e incluso en muchas tácticas publicitarias, que el verdadero secreto para tener éxito pasa irremediablemente por ser ‘diferente’. Estas afirmaciones dan por hecho de que, para que un producto  ‘x’ triunfe dentro de un mercado ‘x’, tendrá que ser por fuerza distinto en algo para que pueda diferenciarse claramente de sus posibles competidores. Lo mismo pasa con una marca, con una empresa o con una persona. Nos repiten una y otra vez que si queremos destacar debemos ser distintos al resto. La estrategia es clara: si no ofreces algo distinto no llamarás la atención del consumidor.

¿Es esto cierto? ¿Simplemente con ser diferente tienes garantizado el éxito? ¿El que trata de ser diferente quiere tal éxito? Damos por hecho que aquel que intenta ser distinto al resto utilizando todos sus medios  lo que desea es destacar. Y no recordamos que el ‘diferente o distinto’ a veces puede serlo sin darse cuenta. Digamos que de forma natural. La sociedad está acostumbrada a calificarlo todo. Una tendencia, una moda, un grupo de personas, una forma de vestir, una forma de vivir. Todos son categorías y subcategorías. Y si una categoría se sale de lo normal rápidamente se le pone nombre. Parece ser que todo tiene que estar catalogado. Y una vez archivado de tal forma los seguidores de esta tendencia o de esa moda pasan a ser iguales a lo clasificado. Con lo cual dejan de ser distintos. El tiempo que dura ‘ser diferente’ puede resultar efímero e irrelevante.

Tú puedes intentar crear algo que no se ha visto. Y a lo mejor lo consigues. Y a lo mejor tienes éxito con esa creación y con esa idea. El mercado se pondrá en funcionamiento para repetir, copiar, igualar y, en muchos casos mejorar, lo que tú has inventado. Pero también es verdad que una vez que un producto o una marca crea tendencia pasa a ser de consumo público, y eso significa vender muchísimo de ello. En una sociedad globalizada ponerse de moda te da la seguridad de que vas a estar de moda en todas las partes del mundo al mismo tiempo.

Pero si extrapolamos esa cultura de mercado al individuo nos encontramos con que una persona puede decidir ser diferente ‘conscientemente’, queriendo ser completamente distint@ al resto de personas que le rodean a diario. Esto es parte de una personalidad. Puede ser que no quiera verse igual al resto, que quiera simplemente ‘dar la nota’, y de eso tenemos incontables ejemplos. Dar la nota significa ‘querer llamar la atención sea como sea’, a costa de perder dignidad, sentido del ridículo, vergüenza, etc. Ponerse en manos del ‘todo vale’  para parecer o aparentar ser diferente te puede llevar al verdadero ridículo y las consecuencias pueden ser duras y pasarte factura.

Cuántas veces se critica a alguien en particular o a muchos en general cuando alguno de sus comportamientos, actitudes, opiniones, no entran dentro de lo que se considera ‘normal’ . Pero antes de opinar o criticar se debería preguntar en voz alta:  ¿qué significa ser normal y qué significa ser diferente?

Las cosas que consideramos normales no existen. Al igual que no existen las cosas diferentes. Son creación nuestra o de nuestra sociedad. Son razonamientos completamente culturales y educacionales. Opinar, generar polémica sin un análisis serio y objetivo, no querer abrir la mente a lo que no conocemos, entregarse a nuevas expectativas, todo eso, todo en su conjunto degenerará en quedar atrapados en un tópico social sin salida. Sin embargo, es una práctica habitual, y lo único que produce es amnesia social masiva, desconocimiento de lo que es auténtico, genuino, artesanal, original y/o simplemente nuevo de verdad.

Muchas veces juzgamos a las personas sólo por su apariencia, y la mayoría de las veces las juzgamos mal. Todo lo que alcanzamos a ver no es sino el principio de algo. El ejemplo del iceberg serviría, pero para muchas personas lo poco que se puede ver de ellas es lo que consideran importante. Las personas en general ven lo que quieren ver, oyen lo quieren oír y dicen lo que consideran oportuno decir, aunque la mayoría de las veces no se diga nada por no estropear una situación o se tienda como últimamente a decir demasiado y sin ningún sentido.

Ser diferente a los demás es comunicar igual que todos, pero de otra manera. Si abriéramos nuestra mente y viéramos las cosas desde varios puntos de vista -y no solo desde el nuestro- romperí­amos con ese paradigma de lo ‘normal’ y lo ‘diferente’. Nos darí­amos cuenta de que lo normal, son sólo lí­neas imaginarias impuestas por las personas. Estas lí­neas delimitan un rango y todo lo que está situado fuera de ellas o más allá de sus límites es diferente.

La conclusión es que todos somos, de una manera u otra, pero todos somos. Diferentes o no, distintos o no. Pero, si todos somos, ¿qué es lo que causa esa reiterada discusión acerca de lo que es normal o anormal, acerca de lo que es diferente o distinto? Si no conocemos la respuesta no caigamos en el error de encasillar a los demás en estos grupos que en realidad no existen, ya que todos somos iguales, pero solamente algunas personas piensan de manera diferente a los demás.

No somos diferentes a los demás, los demás son diferentes a nosotros. Ser distintos es la incapacidad de comunicarse, ese ser diferente es un estado intermedio y la gente cada vez tiene más miedo de ser diferente al resto de los individuos. La ambición y las ganas de pensar y, por qué no, la necesidad,  nos hará ser diferentes y la autocomplacencia nos hundirá en la normalidad.  Esa normalidad que para muchos significa refugio y para otros muchos significa desprecio.

Seamos pues naturales, en cualquier situación, dejemos de lado la diplomacia, el saber estar, seamos nosotros mismos y expresemos nuestras debilidades y nuestras grandezas. Seamos nosotros mismos para que nos cataloguen como nosotros mismos y no para que nos acaben comparando con otros estereotipos que no nos interesan y que nada tienen que ver con nuestra vida y nuestra particular visión del mundo.

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comentarios
  1. Sandy JV dice:

    Para mi, muy difícil, no puedo expresar mis debilidades. :(

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  2. La verdad que es un tema muy amplio para poder desarrollar bien por acá. Es interesante la nota, pero no estoy de acuerdo en muchos aspectos (con mucho respeto lo digo). Puedo equivocarme pero interpreto que encasilla al distinto o diferente en este caso y generalizando lo que es ser Distintos con los Relegados Sociales, como los que sin dudas existen, pero que son los distintos socialmente por el solo hecho de hacer la contra sin argumento alguno y hasta en la vestimenta. Interpreto que se hace hincapié más a este tipo de Ser Distinto. Pero creo que hay muchas otras visiones Interesantes de ser diferentes (y a mi entender es una GRAN CUALIDAD que pocos consiguen)… en una profesión, un trabajo, un deporte, etc…. desde el punto Profesional o Laboral por ejemplo, que es bueno SER DIFERENTE a la mayoría de la sociedad laboral que a mi entender, siguen un camino ciegos por el solo hecho que la sociedad o la cultura les ha impuesto que lo correcto a seguir tal o cual modelo, sin grandes ambiciones (o por lo menos erróneas) propias u objetivos claramente definidos por elección y no por defecto. Diferenciarse de ello, de que lo que está mal está visto como normal, si todos hacen esto mal, entonces no es incorrecto que también yo lo haga… desde este punto de vista, SER DIFERENTE para no caer en la mediocridad que sin duda es lo que predomina en el ser Humano y Animarse a ser distintos, en hacer la contra si hacer falta, en pos de SER MEJORES… Pd: no pretendo agraviar ningún pensamiento o postura, solo deseo manifestar mi pensamiento. Saludos!

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  3. Arkadiusz dice:

    Me ha encantado … ^ ^
    Que pena que muy pocas personas piensen y razonen como usted.

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  4. Eva Wicker dice:

    Notable// devoro cada una de tus columnas y esta es otra más que pasa a categoría de imperdible!
    Un gran saludo!

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  5. Rosy dice:

    Creo que cuando uno se comporta tal y como realmente es entonces es diferente. Pues ya nos viene en los genes.Es muy difícil que todos seamos iguales, aunque pretendamos serlo a veces, la igualdad no existe, y si existiera sería muy aburrida. Si todos pensáramos igual, sintiéramos lo mismo…Uff qué horror no habría debates, ni conversaciones, ni opiniones, osea el aburrimiento padre!!

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  6. Miquel dice:

    Para empezar yo no hago la misma asociación entre productos y personas.
    Para mí, cada individuo es diferente. Puede que siga una moda muy homogénea, puede que actúe con pautas generalizadas, que opine lo que se le diga que opine, que haga lo que se le diga que haga, pero pontencialmente, ese individuo tiene la posibilidad de, en un momento dado, hacer algo que destaque notoriamente del resto y de este modo convertirse en un distinto. Cada uno de nosotros nos vemos únicos y diferentes al resto porque realmente lo somos. Podemos compartir muchas cosas con los demás y actuar en determinadas maneras muy compenetradamente, pero el potencial esta allí y nosotros sabemos que lo tenemos. Ante el mismo problema cada uno puede responder diferente.

    A un producto, lo haces diferente de entrada o lo transformas a base de crear una necesidad. Lo demás será casualidad pero no formará parte de ningún potencial de reacción, no habrá un distintivo que no sea consecuencia de una buena imagen, un buen marketing o una fantástica casualidad.

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  7. Javier dice:

    Excellente articulo realmente bueno, me temo que dado que en el fondo somos una especie animal, crecemos y nos movemos en lo que podemos llamar la manada, el grupo y incluso en la naturaleza, los animales que se mueven de una manera diferente o se separan de la manada, bien son atacados por los otros o mueren al ser abandonados por los demas.

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  8. Nick dice:

    Siempre se tiende a homogeneizar desde la infancia a los individuos,para tener más control sobre ellos. Esta tendencia suele crear en los individuos la necesidad de la aprobación del grupo, y por lo tanto a despreciar,descartar la individualidad, auténticidad y la genuina originalidad de la persona.

    Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero.
    Jorge Bucay (1949-?) Escritor y psicoterapeuta argentino.

    Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es.
    Jean Paul Sartre (1905-1980) Filósofo y escritor francés.

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