Los celos

Publicado: 4 de diciembre de 2011 en Artículos
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«Las mujeres feas son celosas de sus maridos.
Las bonitas no tienen tiempo, ¡están siempre tan ocupadas en estar celosas de los maridos de los demás…!»
(Oscar Wilde)
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CELOS : Según el diccionario, los celos pueden ser la sospecha o la inquietud que se sienten ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra. También se refieren a la envidia que alguien puede sentir por el éxito que otro disfruta.

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* Joan : ‘Muy buena pregunta. Afortunadamente para mí y para mi esposa, NO. No hay mayor fuente de sufrimiento para una pareja ni mayor desequilibrio para una relación. Si mi pareja me engañara alguna vez, deberé responsabilizarme de ello en su momento, no en el momento actual. Ahora mi responsabilidad es la de cuidar la relación y no otra. Preocuparse por figuraciones o distorsiones de la realidad, que son la principal causa de celos infundados, no es más que un elemento negativo para cualquier relación. Otra cosa sería tener motivos verdaderos. Si no es el caso, ¿para qué sufrir y hacer sufrir? Como siempre, el miedo y la inseguridad haciendo de las suyas… eso son los celos’

* Nick : ‘Totalmente cierto Joan. Cuánto dolor y sufrimiento ocasionan los miedos, muchos de ellos infundados’

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Se dice que los celos son una respuesta emocional ante una amenaza que se percibe hacia algo que consideramos propio. Pero esta respuesta creada por nuestra mente resulta por momentos compleja, perturbadora e incomprensible. Sospechas, inquietudes, posibilidades, todo está incluido en el grupo de los condicionales, puesto que representa la parte imaginativa propia, aquella en la que colocamos las dudas, los miedos, los interrogantes que se almacenan para no dejar ver más allá. Como todo en esta vida, la imaginación a veces resulta mas verosímil que la propia realidad que emerge ante nuestros ojos. Una persona que cree poseer a otra, que cree tener los mismos derechos que otra, que cree que merece lo que otros consigue,n realmente tiene un problema. Y, evidentemente, es mental. Solucionarlo o no, depende exactamente de eliminar esas vanidades humanas de posesión, soberbia, protagonismo. Banalidades que no permiten desarrollar las cualidades propias de cada uno. La inseguridad marca los límites, atenaza los movimientos. La decisión, la seguridad y la estabilidad aseguran cuanto menos resultados a corto plazo.

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* Manel : ‘Por suerte no me considero celoso. En general siempre nos referimos a los celos respecto a la relación de pareja. Pero existe otra clase de celos: celos del hermanito/a pequeño/a, celos laborales, celos parecidos a la envidia (aquel tiene lo que yo quisiera tener y no tengo). Creo que los celos se dan cuando falta la confianza o se tiene un complejo de inferioridad o inseguridad. En fin, para mí, una de las mayores suertes es convivir a nivel de pareja con confianza, respeto y fidelidad. La confianza es necesaria para compartir y convivir’

Mª Teresa : ‘Es una pregunta difícil, yo digo que no lo soy, mis parejas dirían que sí… a ver, es así, está todo bien si me quieren y me lo demuestran, pero si una tercera en discordia me quita parte de mi amor (que parece ser una capacidad no infinita) no me gusta. No sé si me explico’

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«El que es celoso, no es nunca celoso por lo que ve; con lo que se imagina basta»
(Jacinto Benavente)
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Siempre existe la discusión entre los que defienden el sentimiento de los celos con el amor, o con el amor no correspondido. Una justificación un tanto vaga y simple. El que ama ama. No importa que ame el otro. El que ama sufre, pues ama. Hay quien aboga por defender la tesis de que los celos están relacionados con el sentimiento de la posesión. Los celos, de una u otra manera han dado mucho juego en la historia de los hombres. Totalmente incluidos en libros, en canciones o en películas. Los celos pueden parecer pasión desbordada del que ama, aunque en muchos y demasiados casos, resulta ser un explosivo condimento que provoca violencia y desorden emocional. Provoca asimismo presión para el otro, aquel que recibe o nota la presencia de esos celos en su vida. Puesto que el celos@ no se da cuenta de hasta dónde puede llegar su red de distorsión de la realidad. No puede llegar a alcanzar a percibir lo agobiante que resulta para el que está en frente. Como dijo Jacques Cardonne: ‘los celos son el vicio de la posesión’.

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 Javier : ‘No sé, no tengo un “celómetro” para saber lo que es mucho o poco la verdad. Ahora en serio, si tu pareja o tú no dáis motivos para serlo, no debéis de tener celos, si hay confianza no hay celos, los celos me parece que van muy unidos a la inseguridad, ¿ no?’

* Olga A. : ‘Si nos referimos a los celos de pareja, sinceramente creo que no lo soy. No controlo a mi pareja, no le pongo pegas para que entre y salga, para que quede con quien quiera. Y, por lo tanto, tampoco le doy motivos para que él tenga que mentirme con respecto a lo que hace. De todas formas, yo valoro más la lealtad que la “fidelidad carnal” por llamarla de alguna manera

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La ansiedad se apodera de los débiles. El miedo es demasiado poderoso como para no tenerlo en cuenta. Lo peligroso es creer cuando no se está seguro, lo fácil es imaginar. La mente humana tiene una verdadera facilidad para engendrar historias suculentas, decoradas con precisión, alimentadas con pasión. La desconfianza y la sospecha se unen en la cruzada contra lo evidente. Los problemas inexistentes se vuelven cercanos y reales, mucho más reales de lo que imaginamos. Las relaciones se basan en amistad, cariño, confianza, diálogo, etc. Todo el mundo lo sabe y todo el mundo lo pregona. Pero, los terrenos de los celos no tienen vallas, saltan, corren, se adentran por las rendijas de las pequeñas incertidumbres para derribar incluso muros infranqueables. La obsesión paraliza los sentidos. Los sentimientos se vuelven en contra. El temor arremete y estamos perdidos. El amor pierde poder, tan sólo permanece en la memoria.

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Rosy : ‘Los celos lo único que aportan son problemas. Sobre todo a nivel de pareja, pues la persona celosa lo es porque desconfía de su pareja. Y para que una relación de pareja funcione uno de sus pilares es la confianza mutua. Lo único que suele conseguir una persona celosa de su pareja es que acabe dejándola, pues es muy agobiante sentirse controlado en todo momento’

Cris L. : ‘Los celos no son la inseguridad, la desconfianza, ni la envidia mal sana. Se pueden sentir celos y eso no implica el temor de la infidelidad’

Marta : ‘Si fuera celosa ya no estaría en pareja. Los celos no son la sal del matrimonio como leí por allí. Si hay confianza en el otro y esa confianza es recíproca, los celos no existen. No hay enfermizos y de los otros, todos son enfermizos’

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«El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor»
(Molière)
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Algunos ‘expertos’ creen que el  origen de los celos es universal e innato. Linton, en uno de sus estudios, defiende esta tesis cuando describe el hecho de que en las Islas Marquesas, donde la libertad sexual es prácticamente total, los indígenas manifiestan sus celos sólo cuando están ebrios, cuando su control voluntario, su raciocinio, ha disminuido. Otros, por el contrario, como por ejemplo Klineberg señalan que el sentimiento de los celos es de origen cultural, y que no dependen tanto del deseo o la necesidad de goce exclusivo  de los favores del otro, sino del estatuto social. Lo cierto es que su existencia es real y numerosa. Y muchos más motivos podríamos interpretar a la hora de estudiarlos. Lo que parece unánime es calificarlos como situaciones neuróticas o incluso psicópatas en los seres humanos. Digamos que es una enfermedad como otra cualquiera.

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Rose : ‘Yo no soy celosa…jeje…pues sí! Como buena latina y americana lo soy! Es un sentimiento que considero natural, hasta cierto punto, y ese temor a perder algo o alguien querido puede llevarnos a mejorar en algunos aspectos, para no perder esa posesión tan querida, trato de darle en enfoque positivo a este sentimiento tan primitivo’

* Carlota : ‘Completamente de acuerdo con Manel, creo que los celos nacen de una falta de confianza, pero no en el otro sino en uno mismo. Sentirnos inferiores a los demás es lo que nos lleva a ser celosos (pareja,laboral…). Y sobre todo…. dejemos fuera los miedos’

Olga P. : ‘Los celos tienen una explicación biológica que se encuentra en el bajo nivel en la sangre de serotonina, un neurotransmisor que controla en el cerebro también fenómenos como el hambre, el dolor o el humor. Pues a mí la serotonina me funciona de maravilla, no soy en absoluto celosa. Pero ojito: ” No soy celosa pero tengo un detector de zorras”

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«Ser celoso es el colmo del egoísmo, es el amor propio en defecto, es la irritación de una falsa vanidad»
(Honoré de Balzac)
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En sociedades monogámicas, es decir, la mayoría de las existentes, el adulterio provoca celos en la medida y en la proporción que esa situación provoca inseguridad, ya sea material o afectiva, y afecta tanto al orgullo, a la dignidad, como al prestigio y al honor. Pero quizá más que celos ante el adulterio se puede reaccionar de una forma triste, queriendo verlo más como una decepción de la confianza, como una traición a la amistad y al cariño, que como una situación de pérdida de seguridad en uno mismo. Como buen animal de costumbres, el ser humano se ve inmerso en cotidianidades que le sumergen en una rutina a veces sin aparentes latidos de vida, una rutina que fomenta una engañosa seguridad y tranquilidad, y cuando esas condiciones o parámetros de repente cambian generan incertidumbre, la rutina aceptada y no programada se desvanece con lo que provoca una dosis de nuevas escenas cotidianas, ni mejores ni peores, pero sí diferentes.

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Marta T. : ‘Bueno, pues parece ser que la mayor parte de los que han comentado en esta pregunta piensan lo mismo que yo… Mi respuesta a la pregunta es: No, no soy en absoluto celosa, pero he de decir que en algún momento sí lo fui. No me refiero a celos patológicos sino a los típicos celos que mucha gente considera esenciales en una relación. Sin embargo, con el tiempo miro atrás y me doy cuenta de que, tal y como señaláis muchos aquí, esos celos eran producto de mi inseguridad tanto propia como de mi relación. No hizo falta nada más que conocer al que ahora es mi marido, a mi amor de verdad, para darme cuenta de ello. Cuando el amor es maduro, sincero, correspondido y respetuoso, se alcanza un grado de confianza y complicidad en el que no cabe el concepto de “celos”. Aún diría más, si en algún momento de mi relación, me descubriese a mí misma desconfiada y celosa, es muy probable que no me molestase en comprobar si mi pareja me ha sido o no infiel, porque el haber perdido la confianza en él habría dado al traste con mi relación, y eso independientemente de que fuese verdad o no’

María G. : ‘Los celos son una clara señal de baja autoestima: alguien es mejor que yo en el trabajo, en las relaciones, en la familia. Aceptarnos como somos estaría bien. Dejar de hacerse la pregunta ¿dejarán de quererme (en cualquier ámbito) por alguien más interesante? Puede no ser fácil pero hay que conseguirlo para ser un poquito más feliz y, de paso, no amargar a los demás’

* Gemma : ‘Pues yo he decir que sí soy un poco celosa. Todo en su justa medida no es malo y yo creo que el sentir celos en algún momento de tu vida, es natural. No dejamos de ser animales y como tal luchamos por lo que creemos que nos pertenece, si en algún momento “alguien” o “algo” se interpone es inevitable sentir algún recelo ante el tercero en discordia’

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¿De qué tenemos celos? ¿Acaso deberíamos tenerlos? ¿De lo que desearíamos tener? ¿De lo que nunca tendremos? ¿De lo que creemos nuestro y puede ser arrebatado? Los celos sólo son creados por nosotros y por nosotros pueden ser esfumados. Las posesiones no son tan importantes, sobre todo si se vive la vida en su plenitud. Poseer no es tan importante. Disfrutar quizá sí. La esencia es la base de todo. El resto sirve para dar forma pero no contiene lo fundamental. Creer que poseemos. Creer que no. Creer que ya no. Creer que quizá nos lo van a quitar. Creer. Nunca afirmar. Y qué si se llega a consumir. La vida son páginas de un libro en el que vamos escribiendo nuestras propias historias. No debemos amargarnos ni amargar a los demás con posibles acontecimientos. Los que acaecen a diario ya tienen demasiada profundidad como para crear todavía más.

comentarios
  1. Los celos surgen cuando en una relación valiosa el individuo se ve amenazado por un rival, ya sea imaginario o real. Hay muchas formas de celos:celos entre hermanos, en las relaciones de pareja, celos hacia la familia y los amigos, los colegas, entre otros.
    Es difícil definir los celos, ya que es una emoción compleja que gira y se expresa en muchas formas diferentes, por ejemplo, por la ira, la ansiedad, la tristeza, la soledad, etc.
    Los celos desembocan en el ámbito emocional y del comportamiento, ya que ambos son pensamientos, sentimientos y acciones diferentes de un individuo a otro, que es casi imposible hacer una definición clara de los celos.
    Los celos y la envidia, vienen de la misma madre … Los celos se plantean cuando hay alguien o algo a lo que se tiene miedo de perder. La envidia nace cuando hay algo que alguien más tiene, pero que lo queremos poseer.
    Excelente tema, enfocado con tantas aristas … felicitaciones!

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  2. Lolo Gramos dice:

    Celos: lo mucho que me molesta ver a mi mujer coqueteando. Lo poco que me preocupa acostarme con otras. ¡Pero yo no coqueteo!

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  3. Joan López Casanoves dice:

    Fenomenal, Vicente. Entre las participaciones y tu ensayo, he advertido una vez más hasta qué punto la realidad de cada uno/a varía en función del mapa mental. La mayoría hemos contestado a los celos en la pareja… como si no existieran en numerosísimos ámbitos más de las relaciones humanas. Tan nocivos son unos como los otros. Un artículo genial… antropología en estado puro.

    Un abrazo para tod@s.

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